La detención de Elizabeth Rodrigo, madre de la bailarina Ayelén Paleo, por su presunta participación en una red de trata de mujeres, ha sacudido tanto al mundo del espectáculo como al ámbito judicial argentino. El operativo, realizado en las últimas horas, incluyó 15 allanamientos simultáneos en ciudades como La Plata, Berazategui, Quilmes, Rosario, Santa Rosa, Bahía Blanca y la Ciudad de Buenos Aires. En el marco de estos procedimientos, 12 mujeres de entre 22 y 45 años fueron rescatadas y actualmente reciben asistencia del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas de Trata.

Según la investigación, la organización captaba a las víctimas mediante falsas ofertas de trabajo como empleadas domésticas o niñeras. Una vez reclutadas, eran obligadas a prostituirse y a entregar el 90% de sus ganancias, además de pagar hasta 90 mil pesos por books fotográficos que se utilizaban para publicitarlas en portales para adultos. La líder de la banda, Noelia Elizabeth Avalos, fue detenida en Berazategui, donde coordinaba los encuentros a través de un "call center". En los allanamientos se secuestraron computadoras, celulares, cámaras, anotaciones, máquinas de contar dinero, preservativos, lencería erótica, contratos de locación y más de 20 mil dólares en efectivo.

El caso ha generado gran repercusión mediática, especialmente por el vínculo con Ayelén Paleo, quien años atrás fue protagonista de uno de los escándalos más comentados de la farándula argentina por su relación con Santiago Bal y el consiguiente divorcio de Carmen Barbieri. Barbieri, consultada por la prensa, expresó: "Que lo arregle en la Justicia y que haya justicia. Para mí ya hubo justicia divina", recordando también las amenazas que recibió su propia madre en el pasado.

La investigación se inició en noviembre de 2024, tras la denuncia de una mujer que fue captada bajo la promesa de un empleo. El caso pone nuevamente en el centro del debate la problemática de la trata de personas y la explotación sexual en Argentina, así como la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y asistencia a las víctimas. Las repercusiones en redes sociales y medios han mezclado el delito con las historias personales de los involucrados, generando un intenso debate público sobre la gravedad de los hechos y sus implicancias en la sociedad.