El Vaticano confirmó este miércoles la próxima beatificación de Enrique Shaw, empresario argentino y laico, tras la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión. La decisión, anunciada por el Papa León XIV, convierte a Shaw en el primer empresario beato en la historia de la Iglesia católica, un hecho considerado histórico tanto para el mundo religioso como para el empresarial.

El milagro reconocido por la Santa Sede fue la curación científicamente inexplicable de un niño de seis años que había sufrido un grave accidente tras ser golpeado por un caballo. La familia del menor, vinculada a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), rezó por la intercesión de Shaw y el niño se recuperó completamente, sin explicación médica. Este hecho fue clave para la aprobación del decreto de beatificación.

Enrique Shaw, nacido en París en 1921 y fallecido en Buenos Aires en 1962, fue gerente general de Cristalerías Rigolleau y fundador de la ACDE. Se destacó por su visión humanista de la empresa, promoviendo el diálogo, la justicia y el respeto en las relaciones laborales. Fue impulsor de leyes laborales como el salario familiar y se preocupó por el bienestar de los trabajadores y sus familias. Durante la persecución religiosa de 1955 en Argentina, Shaw fue detenido por su fe, lo que reforzó su imagen de coherencia y compromiso cristiano.

La causa de beatificación de Shaw comenzó en 2001, impulsada por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, quien en 2021 lo declaró venerable. La reciente aprobación del milagro por parte del papa León XIV abre el camino a su beatificación, cuya ceremonia se prevé en Buenos Aires, aunque la fecha aún no ha sido confirmada.

La noticia fue recibida con entusiasmo por la ACDE y la Acción Católica Argentina, que destacaron el ejemplo de Shaw como un llamado a humanizar la economía y trabajar por el bien común. Silvia Bulla, presidenta de ACDE, afirmó que "la beatificación de Enrique Shaw le brindará al mundo el primer empresario reconocido como un ejemplo de santidad y resulta una invitación urgente a humanizar la economía, trabajar por el bien común y la dignidad del trabajo". Por su parte, la presidenta de ACA, Claudia Inzaurraga, subrayó que Shaw "vivió su fe con valentía, compartiendo proyectos y gestando comunidad en su entorno laboral y social".

La Iglesia argentina y el empresariado cristiano celebran este reconocimiento como un ejemplo providencial y un llamado a integrar valores en la economía. La beatificación de Shaw representa un hito que podría influir en la visión del rol empresarial en la sociedad y en la promoción de una economía más humana y solidaria.