El Gobierno nacional autorizó la realización de microeventos pagos en el Parque Nacional Iguazú, una de las reservas naturales más visitadas y reconocidas de Argentina. La medida, formalizada mediante la Resolución 460/2025 publicada en el Boletín Oficial, establece un marco excepcional y transitorio para la organización de actividades de pequeña escala, como bodas, celebraciones empresariales y encuentros culturales, en sectores de uso público intensivo del parque.

Según la normativa, se podrán realizar hasta dos microeventos por día, con un máximo de 60 asistentes cada uno. Los organizadores deberán solicitar permiso con al menos cinco días de anticipación y presentar una Declaración Jurada de Compromiso Ambiental, comprometiéndose a cumplir estrictamente las medidas de manejo ambiental vigentes. Entre las restricciones figuran la prohibición de música amplificada, drones y estructuras fijas, permitiéndose únicamente elementos desmontables y portátiles de bajo impacto.

La Intendencia del Parque Nacional Iguazú será responsable de la verificación, control y fiscalización del cumplimiento de las condiciones establecidas. En caso de detectarse irregularidades, podrá suspender o cancelar la actividad de manera inmediata. La autorización tiene carácter excepcional y estará vigente por un año desde su publicación.

La medida responde a la necesidad de agilizar los trámites para actividades recurrentes de pequeña escala, que ya se desarrollan sistemáticamente en el parque sin generar impactos ambientales relevantes. Ejemplo de ello fue el primer matrimonio igualitario de extranjeros celebrado en el sector del Salto Dos Hermanas en enero de 2024, una ceremonia íntima que destacó el valor simbólico y cultural del lugar.

El Parque Nacional Iguazú, creado en 1934 y declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, protege 67 mil hectáreas de selva y alberga la mayor biodiversidad de Argentina. Recibe más de 1,5 millones de turistas al año y es considerado una maravilla natural por sus cataratas y paisajes únicos. La política de "Cero-Impacto" implementada exige el retiro total de residuos y prohíbe el uso de plásticos descartables, reforzando el compromiso con la conservación ambiental.

Autoridades y empresas concesionarias destacan que la medida permite ordenar y controlar actividades ya existentes, priorizando la seguridad de los visitantes y la protección del entorno. "Nada de lo que se haga debe romper con las normas de conservación ambiental y de seguridad hacia los visitantes", afirmó el intendente José María Hervás. El nuevo marco regulatorio busca equilibrar el desarrollo de eventos culturales y sociales con la preservación de uno de los patrimonios naturales más importantes del país.