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7 de septiembre de 2025
Salud
Ushuaia

Qué es el Pasaje de Drake y por qué es uno de los sitios más peligrosos de la Tierra

🌊 El Pasaje de Drake, entre Sudamérica y la Antártida, es uno de los mares más peligrosos y vitales del planeta. Su rol ecológico y climático es clave para el futuro global. #Ciencia #MedioAmbiente

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El Pasaje de Drake, situado entre el extremo sur de Sudamérica y la Península Antártica, es reconocido como uno de los corredores marinos más peligrosos y, a la vez, más vitales del planeta. Navegar por sus aguas implica enfrentarse a olas que pueden superar los veinte metros y vientos circumpolares que recorren el globo sin encontrar obstáculos, generando condiciones extremas que han puesto a prueba a marineros y exploradores a lo largo de la historia.

La importancia del Pasaje de Drake va mucho más allá de su fama entre navegantes. Bajo su superficie fluye la corriente circumpolar antártica, la más grande del mundo, que conecta el Atlántico, el Pacífico y el Océano Austral. Esta corriente transporta agua, nutrientes y calor, y desempeña un papel crucial en la captura de carbono atmosférico. Según expertos citados por National Geographic y The Guardian, el océano Austral absorbe anualmente unos 600 millones de toneladas de carbono, lo que representa aproximadamente una sexta parte de las emisiones humanas globales.

El pasaje también es fundamental para la biodiversidad marina. Las potentes corrientes arrastran nutrientes que alimentan al plancton, base de la cadena trófica, lo que explica la abundancia de kril, pingüinos, focas y algunas de las mayores ballenas del planeta. "El Pasaje de Drake es un auténtico crisol para la captura de carbono y la vida marina", explicó la oceanógrafa Karen Heywood.

Históricamente, el cruce fue registrado por primera vez en 1616 por el navegante holandés Willem Schouten, aunque lleva el nombre del corsario inglés Sir Francis Drake. Hoy, la travesía sigue siendo un desafío para turistas y científicos, quienes describen la experiencia como un rito de transformación debido a la fuerza indomable del mar y el impacto emocional de llegar a la Antártida.

La apertura geológica del pasaje, hace millones de años, permitió aislar térmicamente a la Antártida, transformándola en el continente gélido que se conoce hoy. Sin este corredor, la distribución de las corrientes oceánicas y el clima global serían radicalmente distintos.

Científicos y medios internacionales coinciden en la necesidad de proteger el Pasaje de Drake y su entorno, no solo como vía de acceso a la Antártida, sino como uno de los mecanismos vitales para el futuro climático de la humanidad.