La industria textil argentina atraviesa una de sus crisis más profundas, reflejada en los recientes cierres y despidos en la provincia de La Rioja. Dos empresas emblemáticas del sector, TN & Platex y Hilado S.A., anunciaron en diciembre de 2025 el cierre de líneas de producción y plantas, dejando a más de 110 trabajadores sin empleo.

TN & Platex, una de las firmas más reconocidas del país, comunicó el cierre de su línea de confección de ropa deportiva en su planta de La Rioja, lo que implicó la desvinculación de 50 empleados y la no renovación de 12 contratos. La empresa, que mantiene en la provincia sus áreas de hilandería y tejeduría, justificó la medida como parte de un plan de "adecuación operativa" para adaptarse a la caída de ventas, el aumento de importaciones y la pérdida de capacidad productiva. "Estamos reubicando líneas productivas para buscar la mayor eficiencia posible", señalaron desde la compañía.

En paralelo, Hilado S.A., instalada en el parque industrial riojano, confirmó el cierre definitivo de su planta, lo que dejará sin empleo a cerca de 60 trabajadores. Según Gustavo Castro, delegado sindical, la empresa había iniciado el año con 140 empleados, pero la recesión y la baja demanda obligaron a una reducción progresiva de personal. "La fábrica arrancó el año con 140 trabajadores, pero la recesión y la baja demanda obligaron a reducir el personal hasta quedar en 58", explicó Castro. El cierre, motivado por la pérdida de contratos con marcas líderes y la falta de nuevos pedidos, también impacta en la comunidad local, ya que la planta funcionaba como centro de prácticas para estudiantes de escuelas técnicas.

El contexto nacional agrava la situación. La industria textil registró una caída interanual del 20% en su nivel de actividad y un uso de capacidad instalada de apenas 37,1% en septiembre de 2025. El sector enfrenta una fuerte competencia de productos importados, especialmente de China, y una caída del poder adquisitivo que desplomó las ventas. Desde 2020, más de 500 empleos textiles se han perdido solo en La Rioja.

Sindicatos y trabajadores expresan preocupación por el impacto social y laboral de estos cierres, mientras que las empresas insisten en la necesidad de reestructuraciones para sobrevivir en un mercado cada vez más adverso. El futuro del sector dependerá de la evolución de la economía y de eventuales políticas de protección a la industria nacional.