Una violenta pelea entre facciones del sindicato de Camioneros se desató este domingo durante un torneo de fútbol en la cancha del Club Argentino de Merlo, dejando al descubierto la profunda crisis interna que atraviesa el gremio liderado por Hugo Moyano. El enfrentamiento, que incluyó golpes, corridas y la participación de barras bravas de River y Argentino de Merlo, fue registrado en videos y fotos que rápidamente se viralizaron en redes sociales.

El conflicto se enmarca en una disputa de liderazgo entre Hugo Moyano y su hijo Pablo, quienes mantienen una relación distante pero continúan ejerciendo influencia en distintas ramas del sindicato. La tensión se agravó tras la expulsión de dos dirigentes cercanos a Pablo Moyano, Claudio Balazic y Paulo Villegas, señalados en una investigación judicial por presunto fraude de 10 millones de dólares en el hotel sindical de Mar del Plata. La causa, iniciada por Héctor “Yoyo” Maldonado, mano derecha de Moyano, se encuentra en curso y ha generado inquietud entre los afiliados y dirigentes.

La pelea en Merlo involucró a trabajadores de la rama Agua y Gaseosas, con un grupo alineado a Jerónimo Moyano, hijo menor de Hugo, y otro vinculado a Pablo Moyano y Marcelo “Feucho” Aparicio, figura clave en la estructura sindical. Aparicio, quien perdió la visión de un ojo durante una protesta, concentra el apoyo de sectores como la recolección de residuos y logística, y ha sido blanco de acusaciones internas y campañas de desprestigio.

En paralelo, la crisis financiera del gremio se evidencia en el pago de salarios en cuotas y la falta de prestaciones médicas en la obra social, lo que ha incrementado el malestar entre los empleados y afiliados. Carteles y panfletos anónimos contra Liliana Zulet, esposa de Moyano y responsable de decisiones clave, han aparecido en sedes y sanatorios, reflejando la fragmentación interna.

La conducción de Hugo Moyano, debilitada por problemas de salud y el desgaste de su figura, enfrenta crecientes desafíos para mantener la unidad del sindicato. El mandato actual se extiende hasta 2027, pero la fractura interna y la pérdida de verticalidad generan incertidumbre sobre el futuro de la organización. Apoyos públicos a Pablo Moyano y Aparicio se han manifestado en pintadas y banderas en distintos puntos del conurbano y en estadios, mientras la investigación judicial avanza y la crisis interna se profundiza.