El Gobierno nacional oficializó un decreto que modifica el régimen de importaciones en Argentina, permitiendo que productos que cuenten con certificaciones internacionales reconocidas puedan ingresar y comercializarse en el país sin necesidad de someterse a nuevos ensayos o certificaciones locales. La medida, publicada en el Boletín Oficial, excluye de este beneficio a alimentos, medicamentos, armas, productos usados y otros rubros considerados sensibles, que seguirán bajo regulaciones específicas.

Según el texto oficial, la iniciativa busca "eliminar barreras y restricciones estatales innecesarias" y promover la "desburocratización del Estado Nacional", facilitando la integración de Argentina en los mercados internacionales y mejorando la eficiencia de los procedimientos comerciales. El decreto establece que las exigencias técnicas para la importación se considerarán satisfechas si los productos cumplen con los requisitos de países de referencia, siempre que se presenten los certificados correspondientes.

Para los productos bajo la órbita de la ANMAT y el SENASA, como dispositivos médicos de bajo riesgo, productos de higiene y fitosanitarios, se fijan mecanismos específicos de acreditación y se mantiene la exclusión de alimentos y medicamentos. Los importadores deberán presentar declaraciones juradas y cumplir con los controles aduaneros vigentes, mientras que los organismos estatales tendrán 30 días para adaptar sus regulaciones a la nueva normativa.

El decreto, que entrará en vigencia 60 días después de su publicación, faculta a la Secretaría de Industria y Comercio a ampliar la lista de países y organismos certificadores reconocidos. Desde el Gobierno se subraya que la medida apunta a agilizar el comercio exterior y reducir costos, aunque sectores excluidos continuarán bajo estrictos controles. La iniciativa se enmarca en una política más amplia de apertura y modernización de la economía argentina, alineando la normativa local con estándares internacionales y acuerdos multilaterales como los de la OMC.