Horacio Pagani, el reconocido creador de autos de hiperlujo y fundador de Pagani Automobili, compartió en una entrevista su inspiradora historia de vida y su visión sobre la industria automotriz. Nacido en Casilda, Santa Fe, Pagani emigró a Italia a los 27 años junto a su esposa, enfrentando grandes desafíos económicos y laborales antes de ingresar como obrero en Lamborghini. Su perseverancia y pasión por unir arte y ciencia, inspirada en Leonardo da Vinci, lo llevaron a fundar su propia empresa, que hoy es sinónimo de exclusividad y excelencia en el mundo de los autos deportivos.

Pagani Automobili produce menos de 60 autos al año, cada uno hecho a mano y personalizado para clientes de todo el mundo, con precios que oscilan entre los 3 y 11 millones de euros. "No hay un auto igual a otro, es como un traje a medida", afirmó Pagani, quien también destacó el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial en el desarrollo de sus vehículos, aunque subrayó que la creatividad humana sigue siendo insustituible.

A pesar de su éxito internacional, Pagani mantiene un fuerte lazo con Argentina, visitando el país regularmente y conservando amistades de la infancia. "Siento que tengo que compartir más tiempo con las personas con las que he crecido", expresó. Además, agradeció el apoyo de figuras clave como Juan Manuel Fangio, quien facilitó su contacto con Mercedes y contribuyó a su proyección global.

Pagani reflexionó sobre la importancia de la resiliencia y la gratitud, señalando que los obstáculos y las dificultades han sido fundamentales en su formación personal y profesional. "Cuando uno llega a una cierta edad, comienza a mirar hacia atrás y a agradecer, incluso a quienes te pusieron los palos en las ruedas, porque son ellos los que te han forjado", concluyó. Su historia es un testimonio de cómo la pasión, la disciplina y la innovación pueden transformar sueños en realidades, manteniendo siempre los valores y raíces personales.