Un viaje de egresados del Instituto Sagrado Corazón de Oliva, Córdoba, fue demorado por más de siete horas luego de que cinco choferes de las empresas Flecha Bus y Urquiza dieran positivo en controles de alcoholemia realizados por el área de tránsito municipal. El episodio, que generó alarma entre los padres y la comunidad educativa, se resolvió tras la intervención de la Policía Caminera provincial, que realizó nuevos tests con equipos homologados y determinó que todos los conductores estaban en condiciones de conducir.

El incidente se produjo cuando los estudiantes se preparaban para partir hacia Bariloche. Los padres, al notar comportamientos inusuales en los choferes, solicitaron controles de alcoholemia. Los resultados iniciales, con valores de 0,1 y 0,6, llevaron a la retención de licencias y la suspensión inmediata del viaje. La jueza de Faltas local ordenó controles adicionales y la colaboración de la Policía Caminera, mientras la empresa de transporte envió choferes suplentes, quienes también dieron positivo en los tests municipales.

Ante la persistencia de los resultados, el director del colegio se sometió voluntariamente a la prueba, obteniendo un resultado negativo. Finalmente, la Policía Caminera realizó nuevos controles con equipos distintos, que arrojaron resultados negativos para todos los conductores. Esto permitió que el viaje se realizara con normalidad, aunque con una considerable demora.

Representantes de las empresas involucradas negaron cualquier imprudencia o negligencia y atribuyeron el incidente a un mal funcionamiento de los alcoholímetros municipales. "Se actuó en todo momento con responsabilidad, respetando los controles y evitando avanzar hasta contar con resultados confiables", afirmaron desde Flecha Bus. Por su parte, Nicolás Zanotti, de Urquiza, sostuvo que "teníamos plena seguridad de que el personal no había consumido alcohol".

El caso reavivó el debate sobre la eficacia de los controles municipales y la necesidad de mejorar la capacitación y el equipamiento de los agentes. Organizaciones como Conduciendo a Conciencia y la CNRT recomendaron reforzar la fiscalización y solicitar documentación y controles previos para garantizar la seguridad en los viajes estudiantiles. El episodio dejó en evidencia la importancia de contar con dispositivos calibrados y procedimientos claros para evitar demoras y situaciones de incertidumbre en este tipo de traslados.