Una fiesta de promoción de estudiantes secundarios realizada en el barrio Arturo Seguí, al noroeste de La Plata, generó un fuerte malestar entre los vecinos durante la madrugada del domingo. El evento, que tuvo lugar en el predio del Club Integral Deportivo Infantil Defensa, fue autorizado por el municipio, aunque la habilitación especificaba la prohibición de venta y consumo de alcohol.

Según relataron los residentes, micros escolares trasladaron a los estudiantes de dos instituciones educativas de la zona, lo que provocó un inusual movimiento en las calles internas del barrio. Los vecinos denunciaron que los jóvenes ingresaban "alcoholizados y gritando", mientras la música alcanzaba un volumen "nivel Creamfields", impidiendo el descanso de las familias.

Una vecina expresó su indignación al mostrar el acta de autorización municipal y señaló: "El municipio autorizó una fiesta de promoción de un secundario en nuestro barrio, sin tener previsto que es zona residencial. Están entrando al barrio alcoholizados y gritando. La fiesta fue habilitada al aire libre, en un club infantil, donde hay menores consumiendo alcohol". Otra residente agregó que, pese a la llegada de la Policía y móviles de Control Urbano, "nadie clausuró nada pese a que tanto adentro como afuera todo era un descontrol".

El club, habitualmente utilizado para fútbol infantil, carece de la infraestructura adecuada para eventos nocturnos, según los vecinos. La fiesta se extendió entre las 23 y las 5 de la madrugada, y la habilitación municipal explicitaba la prohibición de venta y consumo de alcohol. Sin embargo, los testimonios aseguran que los jóvenes habían consumido bebidas alcohólicas.

Desde la Comuna, ante la consulta de los medios, indicaron que se atenderá la violación de la restricción sobre el alcohol en caso de que se presente una denuncia formal. El episodio reaviva el debate sobre el uso de espacios públicos y la necesidad de controles más estrictos en eventos juveniles, especialmente en zonas residenciales.