La Justicia peruana dictó este viernes nueve meses de prisión preventiva para Tony Janzen Valverde, conocido como "Pequeño J", acusado de ser el autor intelectual del triple femicidio de Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez en Florencio Varela, Buenos Aires. La medida, con fines de extradición, fue ordenada por el juez Cristhian Chumpitaz, quien consideró que existen riesgos de fuga y de obstaculización del proceso judicial, dado que la defensa no logró demostrar arraigo laboral, domiciliario ni familiar en Perú.

Durante la audiencia, Valverde rechazó someterse a la extradición voluntaria, lo que podría demorar el proceso entre diez y quince días, según estimó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso. El funcionario destacó la colaboración entre las autoridades argentinas y peruanas, y subrayó que el caso representa un desafío para la lucha contra el narcotráfico y la violencia de género en la región.

El abogado defensor de Valverde, Marcos Sandoval, sostuvo la inocencia de su cliente y denunció que la cobertura mediática en Argentina ha influido negativamente en el proceso. "Nada tiene que ver con el triple asesinato en Argentina", afirmó Sandoval, quien solicitó una medida de libertad restringida para su defendido. Sin embargo, la fiscalía peruana consideró insuficientes los argumentos de la defensa y remarcó la gravedad de los delitos imputados, que prevén penas de hasta 35 años de prisión.

En paralelo, Matías Ozorio, presunto cómplice argentino, fue expulsado de Perú y trasladado a Buenos Aires bajo estrictas medidas de seguridad, dada la posibilidad de represalias por parte de organizaciones narco. El operativo incluyó el uso de aviones de la Fuerza Aérea y helicópteros de la policía bonaerense.

El triple femicidio, ocurrido en Florencio Varela y transmitido en vivo por redes sociales, ha generado una fuerte conmoción social y mediática. Las autoridades argentinas consideran que el crimen fue perpetrado para fortalecer el liderazgo de la banda narco a la que pertenecería Valverde, quien proviene de una familia con antecedentes criminales en Trujillo, Perú.

El caso ha reavivado el debate sobre la necesidad de políticas de Estado para combatir el narcotráfico y la violencia de género, y se espera que la extradición de Valverde marque un precedente en la cooperación judicial entre Argentina y Perú.