El paro de controladores aéreos iniciado por el gremio ATEPSA en diciembre de 2025 ha generado un fuerte impacto en el sistema de transporte aéreo argentino, afectando a más de 40.000 pasajeros en los primeros dos días de protesta. La medida, que responde a reclamos salariales y de condiciones laborales, se desarrolla en plena temporada de fiestas, lo que ha incrementado la preocupación entre los usuarios y las autoridades.

Durante las jornadas del 17 y 18 de diciembre, los aeropuertos de Aeroparque y Ezeiza, entre otros, registraron demoras, reprogramaciones y algunas cancelaciones de vuelos nacionales e internacionales. Aerolíneas Argentinas, Flybondi y JetSmart informaron que miles de pasajeros se vieron perjudicados, aunque en la mayoría de los casos se logró evitar la cancelación total de los servicios. "Voy a Jujuy y tengo una hora de retraso para llegar a mi casa. La medida me da igual, estoy tranquilo. Vuelvo para las fiestas a mi casa y no me queda otra que esperar", relató un pasajero a Clarín, reflejando el clima de resignación y malestar en las terminales.

El conflicto escaló cuando la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), dependiente del Gobierno nacional, presentó una denuncia penal contra el sindicato. Según la denuncia, la colocación de banderas en las torres de control de Aeroparque y Ezeiza durante la protesta representó un riesgo para la seguridad operacional, ya que un eventual desprendimiento podría afectar a las aeronaves y poner en peligro la vida de pasajeros y tripulación. "La colocación de dicha bandera en las torres citadas no solo obstaculiza la normal labor sino también el peligro que ello puede ocasionar a terceros", argumentó EANA en la presentación judicial.

Por su parte, el gremio sostiene que la protesta es consecuencia de la falta de diálogo y el incumplimiento de acuerdos por parte de la empresa estatal. "Desde la asunción de las actuales autoridades de EANA en 2024, la compañía ha mostrado una intransigencia brutal y una ausencia de diálogo", señalaron desde ATEPSA, quienes ratificaron la continuidad de las medidas de fuerza en fechas clave de diciembre.

El Gobierno, en tanto, sostiene que las acciones sindicales tienen motivaciones políticas y buscan causar daño en una época de alta demanda. Mientras tanto, los pasajeros continúan enfrentando demoras e incertidumbre, a la espera de una resolución del conflicto que permita normalizar el servicio aéreo en el país.