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21 de septiembre de 2025
Seguridad
Tres Arroyos

"¿Vos y cuántos más?": la pelea en el campo con un final sangriento y un patrón "no culpable"

- 🔪 Pelea laboral en campo de Tres Arroyos terminó con un empleado fallecido - Patrón absuelto por legítima defensa tras juicio por jurados - El caso generó debate sobre violencia y condiciones rurales

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El 4 de septiembre de 2024, una pelea laboral en el establecimiento rural El Destino, ubicado en Cuartel IV, partido de Tres Arroyos, terminó en tragedia. Juan Ignacio Ostiza, patrón y alambrador, fue atacado por su empleado Lucas Tomás García, quien lo golpeó por la espalda con una varilla de madera mientras Ostiza cocinaba para sus trabajadores. El conflicto se originó por el descontento de García ante la contratación de otro empleado en vez de recibir un aumento de sueldo.

Durante el forcejeo, Ostiza se defendió con un cuchillo que llevaba en la cintura, hiriendo gravemente a García en las costillas. A pesar de los intentos de socorro por parte de Ostiza y otros empleados, García falleció por el seccionamiento de la vena subclavia. El patrón se presentó voluntariamente ante la policía y fue detenido horas después.

El caso fue llevado a juicio por jurados en el Tribunal en lo Criminal N° 1 de Tres Arroyos, presidido por la jueza Agustina Cedeira. El fiscal Gabriel Lopazzo solicitó condena por "exceso en la legítima defensa", pero el jurado popular dictó el veredicto de "no culpable", considerando que Ostiza actuó en legítima defensa. Ostiza pasó más de tres meses en prisión preventiva antes de ser liberado por la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal.

Durante el proceso, Ostiza expresó su pesar por lo ocurrido y pidió disculpas a la familia de la víctima: "Nunca quise hacer esto. Solo me defendí". La defensa, a cargo de Elisa Hospitaleche, argumentó que el hecho fue producto de un forcejeo y no de intención homicida. Testigos y familiares de García reconocieron la ayuda previa de Ostiza, aunque solicitaron una restricción de acercamiento tras la absolución.

El caso generó debate en la comunidad rural sobre la legítima defensa y las condiciones laborales en el campo, donde es habitual que los trabajadores porten cuchillos como herramienta. La repercusión mediática y las reacciones de los involucrados reflejan la complejidad de los conflictos laborales en zonas rurales argentinas, dejando abierta la discusión sobre la prevención y resolución de este tipo de situaciones.