El triple femicidio de Florencio Varela, en el que fueron asesinadas Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, continúa generando conmoción y avances en la investigación. En los últimos días, Víctor Sotacuro Lázaro y su sobrina Florencia Ibañez, dos de los principales detenidos, rompieron el silencio y brindaron información considerada clave por los investigadores. Sus declaraciones permitieron la captura en Perú de dos prófugos señalados como líderes de la banda narco vinculada al brutal crimen.

Sotacuro, de 41 años, fue arrestado en un hostal de Villazón, Bolivia, mientras intentaba evadir a la justicia tras el hallazgo de los cuerpos. Su sobrina, Florencia Ibañez, fue detenida en Buenos Aires luego de una entrevista televisiva. Ambos son sospechados de haber colaborado en la logística del secuestro y traslado de las víctimas, aunque sus defensas niegan su participación directa en los asesinatos.

El fiscal Adrián Arribas decretó secreto de sumario tras las declaraciones, calificadas como “determinantes” para el avance de la causa. Según fuentes judiciales, los testimonios de Sotacuro e Ibañez abrieron nuevas líneas de investigación y facilitaron la detención de otros implicados, entre ellos dos prófugos en Perú. La causa ya cuenta con al menos nueve detenidos y dos prófugos, incluido “Pequeño J”, presunto autor intelectual y líder de la organización narco “Los Pulpos”.

Las pericias continúan, incluyendo análisis de ADN y teléfonos de los detenidos. El caso ha puesto en evidencia la presencia y expansión de bandas narco en el conurbano bonaerense, así como la complejidad de las redes criminales involucradas. Las familias de las víctimas reclaman justicia y el esclarecimiento total del caso, mientras la investigación avanza bajo estricta reserva judicial.