La interna del peronismo bonaerense se intensifica de cara a las elecciones del Partido Justicialista (PJ) provincial, previstas para febrero o marzo de 2026. La conducción del partido, actualmente en manos de Máximo Kirchner, es objeto de una disputa que involucra a La Cámpora, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) y los intendentes alineados con el gobernador Axel Kicillof.

En las últimas semanas, la relación entre Kicillof y La Cámpora se ha deteriorado, especialmente tras las negociaciones por el endeudamiento en la Legislatura bonaerense. Dirigentes cercanos al gobernador consideran que el PJ bonaerense "le queda chico" y buscan proyectar su influencia a nivel nacional. Sin embargo, el kicillofismo no cede la presidencia y promueve a Verónica Magario, actual vicegobernadora y vicepresidenta primera del PJ, como candidata principal. Carlos Bianco, ministro de Gobierno, expresó que Magario "es quien mejor representa los intereses del ejecutivo provincial".

Por su parte, Máximo Kirchner evalúa su continuidad, aunque fuentes cercanas sugieren que podría ceder el lugar para preservar la presencia de ministros camporistas en el gabinete provincial. Entre los nombres que suenan para la sucesión destacan Federico Otermín, intendente de Lomas de Zamora, y Federico Achával, intendente de Pilar, ambos con buena relación con distintos sectores del peronismo.

La posibilidad de una lista de unidad parece remota, y la interna podría derivar en una elección competitiva con participación ampliada de afiliados. Mariel Fernández, intendenta de Moreno y vicepresidenta segunda del PJ, también manifestó su interés en la presidencia, subrayando la pluralidad de aspirantes y la necesidad de que el partido "no sea una cáscara vacía ni un elemento de disputa, sino de construcción".

La conducción del PJ bonaerense es estratégica para el futuro del peronismo nacional, y el desenlace de esta interna podría definir el rumbo político de la provincia y su proyección en el escenario argentino. Las próximas semanas serán clave para la definición de candidaturas y la posible negociación entre los principales actores, en un contexto de alta tensión y expectativas sobre la democracia interna partidaria.