El gobierno argentino recibió en las últimas horas un fuerte respaldo financiero internacional, tras el anuncio del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de acelerar el desembolso de fondos previamente pactados. El Banco Mundial confirmó que adelantará USD 4.000 millones de un paquete total de USD 12.000 millones, mientras que el BID prevé desembolsar USD 3.900 millones en los próximos 15 meses, dentro de un programa de hasta USD 10.000 millones para los próximos tres años.

Estos anuncios se producen en un contexto de volatilidad financiera y tras la reciente reunión entre el presidente Javier Milei y su par estadounidense, Donald Trump, quien expresó su "completo y total respaldo" al gobierno argentino. El ministro de Economía, Luis Caputo, agradeció públicamente el apoyo y destacó que la decisión de los organismos multilaterales refleja "una fuerte confianza en los esfuerzos del Gobierno para modernizar la economía, llevar a cabo reformas estructurales, atraer inversión privada y crear empleos".

Los fondos estarán destinados a sectores estratégicos como minería, energía, turismo, pymes e infraestructura, y buscan fortalecer las reservas internacionales, apoyar reformas estructurales y mejorar la competitividad del país. Sin embargo, la llegada efectiva de los fondos está sujeta a la aprobación de los directorios de los organismos internacionales.

El respaldo del BID combina financiamiento soberano y privado, alineado con la Estrategia País y el programa con el FMI. El presidente del BID, Ilan Goldfajn, subrayó el compromiso de la entidad con el programa económico argentino y la coordinación con el FMI y el Banco Mundial para fortalecer el orden fiscal y promover el desarrollo liderado por el sector privado.

En los mercados, los anuncios generaron una reacción positiva, con subas en los bonos soberanos y una baja del riesgo país, reflejando el optimismo de los inversores ante el apoyo internacional. No obstante, algunos analistas y medios advirtieron que parte de los anuncios reiteran compromisos previos y que la expectativa principal sigue centrada en la concreción de la ayuda estadounidense.

El contexto preelectoral y las recientes turbulencias financieras en Argentina han incrementado la importancia de estos respaldos internacionales, que el gobierno busca capitalizar como muestra de confianza y estabilidad de cara al futuro.