El avance de plataformas chinas como Shein y Temu en el mercado argentino ha generado un fuerte debate sobre la necesidad de nuevas regulaciones para equilibrar la competencia. Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, expresó en una entrevista con Bloomberg la importancia de establecer reglas claras que permitan competir en igualdad de condiciones frente a la llegada masiva de productos de bajo costo desde China. “Se podría argumentar que es injusto para el gran minorista que declara y paga impuestos. Pero no nos corresponde a nosotros presionar a los gobiernos para lograrlo”, afirmó Galperin, aunque reconoció el impacto que esta situación tiene sobre el empleo y la producción local.

El reclamo formal fue realizado hace un mes por Juan Martín de la Serna, presidente de Mercado Libre en Argentina, quien advirtió que la importación de productos asiáticos baratos amenaza a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% de las ventas dentro de la plataforma. “El desembarco masivo de productos asiáticos baratos y de baja calidad amenaza a las pequeñas y medianas empresas”, sostuvo De la Serna, reclamando un marco normativo igual para todos.

Mientras tanto, otros países de la región como México, Chile y Uruguay ya han avanzado con regulaciones para proteger a sus comercios locales, pero Argentina aún no ha tomado medidas específicas en ese sentido. Según datos oficiales, las importaciones de bienes de consumo alcanzaron en octubre un récord de US$1.194 millones, con un crecimiento interanual del 48,8%. El fenómeno afecta no solo a las pymes, sino también a grandes empresas industriales, que ven cómo insumos y productos terminados provenientes de China desplazan a la producción nacional.

En respuesta a la competencia, Mercado Libre ha ajustado su estrategia, incorporando una sección de productos importados con precios ultrabajos y envío directo al país, replicando la lógica de sus competidores chinos. La normativa vigente permite hasta cinco envíos internacionales por año, con límites de valor y peso, y exige el pago de impuestos nacionales.

Galperin, quien dejará la gestión diaria de la empresa a fin de año pero seguirá vinculado a la compañía, reiteró su apoyo a la ideología liberal del gobierno de Javier Milei, aunque insistió en la necesidad de reglas claras para todos los actores del mercado. El debate sobre la regulación de las importaciones chinas sigue abierto, mientras crece la preocupación por el impacto en el empleo y la producción local. Las próximas decisiones del gobierno serán clave para definir el rumbo del comercio electrónico y la industria nacional en un contexto de creciente globalización.