La comunidad gastronómica argentina se encuentra de luto tras el fallecimiento de Germán Torres, referente indiscutido de la panadería artesanal y pionero en la introducción del pan de masa madre en el país. Torres, nacido en 1985, murió el 15 de septiembre en Buenos Aires luego de una prolongada enfermedad, dejando una huella imborrable en el rubro.

Torres inició su carrera profesional en el ámbito de la publicidad, llegando a ser premiado en Cannes en 2006. Sin embargo, su pasión por la cocina lo llevó a abandonar ese camino tras un viaje a la India, dedicándose de lleno a la gastronomía. Trabajó en reconocidos restaurantes y, en 2016, fundó Salvaje Bakery, un proyecto que revolucionó el concepto de panadería en Argentina. Salvaje Bakery se convirtió rápidamente en un referente, impulsando la moda del pan de masa madre y la valoración de ingredientes de calidad y técnicas artesanales.

Más tarde, Torres se asoció con el chef Christian Petersen para abrir La Valiente, profundizando su apuesta por la creatividad y la conexión con lo local. Además, fue autor de los libros "Pan de garage" y "Pan de campo", que se transformaron en guías para panaderos de todos los niveles. En sus obras, Torres alentó la experimentación y la búsqueda de una identidad regional en la panadería argentina.

La noticia de su muerte generó una ola de mensajes de despedida y reconocimiento en redes sociales. Personalidades como Narda Lepes, Christian Petersen y Tomás Kalika expresaron su tristeza y admiración. "Descansá en paz Germán", escribió Fernando Trocca, mientras que Tomás Kalika lo definió como "un gran tipo y un panadero de alma". La Valiente anunció el cierre por duelo y publicó un sentido mensaje en homenaje a su fundador: "Tu presencia nos acompañará para siempre. Vamos a mantener el pan que nos enseñaste, las medialunas al color que te gustan y los rolls de canela que te hacía tu abuela. Vamos a continuar por el camino en el que nos embarcamos y lograr este sueño que tuvimos juntos".

El legado de Germán Torres trasciende su obra y se percibe en la formación de nuevas generaciones de panaderos, en la expansión del pan artesanal y en la transformación de los hábitos de consumo en Argentina. Su influencia perdurará en cada horno encendido y en cada pan elaborado con dedicación y respeto por la tradición.