La Justicia de Salta condenó a Marina Jiménez, directora y fundadora del Ballet Salta, a diez años de prisión por el abuso sexual de su nieto, en un caso que ha generado conmoción tanto en la provincia como en el ámbito cultural nacional. La sentencia, dictada el 11 de diciembre de 2025, responde a una denuncia presentada en 2022 por la víctima y su padre, quienes relataron que los abusos comenzaron cuando el joven tenía 10 años y se extendieron durante siete años, tanto en la ciudad de Salta como en viajes familiares a Mar del Plata.

El proceso judicial incluyó pericias interdisciplinarias, testimonios de familiares y allegados, y audiencias que permitieron reconstruir los hechos. La víctima, hoy adulto y residente en Buenos Aires, agradeció el apoyo recibido y subrayó la importancia de que otros casos similares salgan a la luz. "Esto fue Justicia, y ojalá que sea un mensaje para las víctimas y las familias de las víctimas por abuso sexual", expresó tras conocerse el veredicto.

Por su parte, el Ballet Salta emitió un comunicado en el que aclaró que la sentencia aún no está firme y que Jiménez continuará en libertad hasta que se resuelvan los recursos judiciales. "Mantenemos un profundo respeto por el funcionamiento de la Justicia y por todas las partes involucradas", señalaron desde la institución, que también reafirmó su compromiso con la comunidad y la continuidad de sus actividades.

En declaraciones a la prensa, Marina Jiménez sostuvo su inocencia, argumentando que el juicio fue "demasiado rápido" y que no existieron pruebas concluyentes en su contra. La defensa anticipó que apelará el fallo, mientras que la familia permanece dividida por el impacto del caso.

El caso ha puesto en el centro del debate la protección de las víctimas y la respuesta institucional ante denuncias de abuso sexual, especialmente cuando involucran a figuras públicas de relevancia cultural. La resolución final dependerá de la instancia de apelación, mientras la sociedad salteña y el mundo artístico siguen atentos a su desenlace.