La reciente aprobación del pedido de endeudamiento por parte de la Legislatura bonaerense ha generado una fuerte polémica política en la provincia de Buenos Aires. El gobernador Axel Kicillof logró el respaldo necesario para acceder a un crédito de hasta 3.685 millones de dólares, gracias al apoyo parcial del PRO y el rechazo de La Libertad Avanza (LLA), lo que evidenció fracturas en las alianzas opositoras y desató acusaciones de negociaciones políticas y reparto de cargos estatales.

Durante la sesión, que se extendió hasta la madrugada, varios legisladores del PRO acompañaron el proyecto, aunque argumentaron que su apoyo se limitó al refinanciamiento de deuda anterior y no a nuevos gastos sin destino claro. "La parte que permite refinanciar deuda anterior a mejores tasas beneficia a la provincia", explicó Cristian Ritondo, presidente del PRO bonaerense. Sin embargo, la senadora libertaria Florencia Arietto y otros dirigentes denunciaron públicamente que el acuerdo incluyó cargos en el Banco Provincia para legisladores del PRO, lo que fue respondido por los propios involucrados como una práctica histórica de representación política.

El presidente Javier Milei y su entorno han manifestado objeciones técnicas y políticas al endeudamiento, señalando que la provincia no cumple con la Ley de Responsabilidad Fiscal y que el aumento de gastos corrientes supera la inflación. "Milei no va a convalidar acuerdos de casta hechos a espaldas de la ciudadanía, que endeudan a los bonaerenses y reparten cargos a cambio de un voto", expresó Sebastián Pareja, diputado nacional de LLA.

Por su parte, Kicillof sostiene que la medida es indispensable para evitar el default y financiar obras y servicios esenciales, y considera que la Nación no puede negar el aval sin poner en riesgo la condición crediticia del país. "Cumplimos con todos los parámetros para tener la aprobación", afirmó un integrante de su gabinete, minimizando las dudas expresadas por el gobierno nacional.

La relación entre la provincia y la Nación se mantiene tensa, con Kicillof consolidado como principal referente opositor a Milei. El futuro del endeudamiento bonaerense dependerá ahora de la decisión del Ejecutivo nacional, en un contexto de creciente polarización política y negociaciones parlamentarias que anticipan una disputa prolongada de cara a las próximas elecciones.