A sesenta años de la aprobación de la Resolución 2065 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, Argentina conmemora uno de los hitos más relevantes en la historia de su reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas. El 16 de diciembre de 1965, la ONU reconoció formalmente la existencia de una disputa entre Argentina y el Reino Unido, instando a ambas partes a entablar negociaciones bilaterales para alcanzar una solución pacífica, teniendo en cuenta los intereses de la población isleña.

La resolución, impulsada durante la presidencia de Arturo Illia, fue aprobada con 94 votos a favor, 14 abstenciones y ningún voto en contra, reflejando un amplio respaldo internacional a la postura argentina. Este reconocimiento consolidó el reclamo argentino en el marco del proceso global de descolonización promovido por la ONU, y estableció un precedente para la diplomacia multilateral del país.

Desde la ocupación británica de las islas en 1833, Argentina ha sostenido su reclamo mediante protestas diplomáticas y gestiones continuadas. La guerra de 1982 y los cambios en la política exterior han marcado hitos en la evolución de la causa Malvinas. En la actualidad, el aniversario de la Resolución 2065 reaviva el debate sobre la estrategia diplomática argentina y la necesidad de mantener el reclamo como política de Estado.

Diversos sectores políticos y sociales destacan la importancia de la resolución como ejemplo de gestión diplomática exitosa, aunque también surgen críticas a la falta de acciones concretas del gobierno actual en el contexto del aniversario. Analistas y funcionarios subrayan la urgencia de recuperar una política exterior activa y consensuada para sostener el reclamo de soberanía, en un escenario internacional cada vez más complejo.

El aniversario de la Resolución 2065 no solo invita a la reflexión sobre el pasado, sino que plantea desafíos para el futuro de la política exterior argentina y la defensa de sus intereses en el Atlántico Sur.