El presidente Javier Milei y el exmandatario Mauricio Macri se reunieron en la Quinta de Olivos, retomando el diálogo tras más de un año de distanciamiento. El encuentro, que se extendió por más de tres horas y contó con la presencia del jefe de Gabinete Guillermo Francos como testigo, se produjo en un contexto de crisis política y económica, así como de presiones externas para fortalecer la gobernabilidad.

Durante la reunión, ambos líderes analizaron la situación del país. Macri enfatizó la necesidad de realizar cambios profundos en el gabinete nacional, aunque desde el PRO negaron haber sugerido nombres específicos para eventuales recambios. "No vengo a mentirte", habría dicho Macri, quien insistió en la importancia de decirle la verdad al presidente sobre la coyuntura nacional. Milei, por su parte, mostró apertura a la posibilidad de modificar su equipo de gobierno, especialmente ante la inminente salida de varios ministros que asumirán cargos legislativos tras las elecciones de octubre.

El encuentro se mantuvo en reserva y solo fue confirmado públicamente un día después. Fuentes cercanas a ambos dirigentes señalaron que, si bien hubo coincidencias en la necesidad de fortalecer la gestión, persisten diferencias en el diagnóstico de la situación y en las estrategias a seguir. El PRO, por su parte, atraviesa tensiones internas y niega estar presionando para ocupar cargos en el gabinete, pese a los rumores que circularon en los últimos días.

En paralelo, Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional han solicitado al gobierno argentino mayor apoyo político, en el marco de negociaciones financieras clave para el país. Macri, a través de la Fundación Pensar, advirtió sobre el riesgo de depender exclusivamente de Estados Unidos y recomendó diversificar las alianzas internacionales, especialmente con los países del Golfo.

El gobierno nacional, en tanto, avanzó en gestiones para avalar créditos internacionales a la Ciudad de Buenos Aires, un gesto simbólico esperado por el PRO. Analistas consideran que la reunión entre Milei y Macri es clave para la gobernabilidad y la proyección internacional de la Argentina, en un escenario de alta volatilidad política y económica.