El triple femicidio de Florencio Varela, que conmocionó a la opinión pública argentina, avanza hacia su esclarecimiento con nueve personas detenidas y al menos tres sospechosos prófugos. Las víctimas, Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), desaparecieron el 19 de septiembre tras subir voluntariamente a una camioneta Chevrolet Tracker blanca, creyendo que asistirían a una fiesta en el barrio porteño de Flores. Sin embargo, fueron llevadas a una vivienda de Florencio Varela, donde fueron torturadas y asesinadas. Sus cuerpos fueron hallados cinco días después, enterrados en el jardín de la casa.

El fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, aseguró que la investigación está cerca de completarse y que esta semana será clave para la causa. “Estamos pronto a tener a todas las personas que estuvieron en el hecho detenidas. Las que no lo están, tendrán pedido de detención o de captura. Esta semana será clave”, afirmó Arribas. El funcionario también confirmó que se levantó el secreto de sumario y que se están realizando nuevos allanamientos y peritajes sobre celulares y vehículos incautados. Hasta el momento, no se halló droga en los operativos, aunque la hipótesis de un móvil narco sigue vigente.

Entre los detenidos se encuentran personas capturadas en Argentina, Bolivia y Perú, incluyendo a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, presunto líder de la banda, quien permanece en prisión preventiva en Perú a la espera de su extradición. El fiscal destacó la violencia inédita del caso: “En 35 años nunca vi un caso con estos ribetes. Es la primera vez que veo una agresividad y crueldad de este tipo”.

La investigación apunta a que al menos 15 personas participaron de manera directa o indirecta en el crimen, utilizando varios vehículos, algunos robados, para trasladar a las víctimas y perpetrar el asesinato. Se sospecha que una venganza narco, tras el robo de una partida de cocaína, podría haber motivado el triple crimen, aunque el móvil aún no está confirmado y el expediente permanece en la justicia ordinaria.

Familiares de las víctimas serán citados a declarar como testigos en los próximos días. La sociedad y los medios reclaman justicia y el esclarecimiento total del caso, mientras la investigación avanza en un contexto de violencia y posible impunidad vinculada al narcotráfico.