La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se encuentra en el centro de la polémica tras el lanzamiento de la denominada "Universidad de la AFA" (UNAFA), un proyecto presentado oficialmente en noviembre en el predio de Ezeiza. Durante el evento, el exrector de la Universidad de Buenos Aires, Alberto Barbieri, fue nombrado como máxima autoridad de la institución educativa, que se promocionó como una universidad destinada a formar profesionales en el ámbito deportivo.

Sin embargo, pocos días después, el Ministerio de Capital Humano denunció que UNAFA no cuenta con reconocimiento oficial ni autorización ministerial para operar como universidad, ni para ofrecer carreras de grado o posgrado. La Subsecretaría de Políticas Universitarias fue contundente: “Sin reconocimiento oficial, autorización ministerial ni acreditación correspondiente”, advirtió en un comunicado, citando la Ley de Educación Superior y resoluciones que reservan el uso del término “universidad” a instituciones aprobadas por el Estado Nacional.

Como consecuencia de la intimación oficial, la página web de UNAFA fue dada de baja y la AFA fue emplazada a presentar un descargo en un plazo de cinco días, plazo que, según fuentes oficiales, no fue cumplido. El Gobierno advirtió sobre posibles sanciones legales, incluyendo la clausura de la entidad y la inhabilitación de los responsables para ejercer funciones educativas o públicas.

La AFA respondió mediante un comunicado en el que aseguró cumplir con los requisitos legales para la etapa actual del proyecto y manifestó su aspiración a obtener el reconocimiento oficial en el futuro. No obstante, la oferta académica ya incluía carreras y maestrías de nivel universitario, lo que contradice la versión de que se trata solo de una aspiración futura.

El caso se produce en un contexto de expansión institucional de la AFA, inspirado en modelos europeos como el Real Madrid y La Liga, que cuentan con ofertas educativas acreditadas. Sin embargo, la falta de trámites ante los organismos oficiales argentinos evidencia la ausencia de gestión formal para la habilitación de UNAFA.

El episodio se suma a otras controversias y denuncias judiciales que involucran a la cúpula de la AFA. Hasta el momento, Alberto Barbieri no ha realizado declaraciones públicas sobre su participación en el proyecto, mientras que el abogado Juan Mahiques, inicialmente designado como vicerrector, se desvinculó del mismo tras el lanzamiento. El futuro de UNAFA permanece incierto, a la espera de definiciones legales y administrativas que determinarán su viabilidad.