Un intenso temporal de lluvia y granizo sorprendió este lunes a los habitantes de Neuquén y el Alto Valle de Río Negro, provocando anegamientos urbanos y graves daños en la producción frutícola. En la ciudad de Neuquén, la tormenta se desató en horas de la tarde y, en apenas 20 minutos, dejó calles inundadas y aulas de la Universidad Nacional del Comahue bajo agua. "Hasta el momento, no se han reportado rescates ni daños cuantificados en viviendas o vehículos", informó Luciana Ortiz Luna, secretaria de Emergencias Médicas y Gestión de Riesgos de la provincia, quien agregó que Defensa Civil trabajó en la liberación de alcantarillas y habilitó centros de evacuados de forma preventiva, aunque no fue necesario utilizarlos.

El Servicio Meteorológico Nacional mantuvo la alerta por tormentas fuertes, anticipando lluvias aisladas para la noche en la región. En la UNCo, al menos tres aulas sufrieron filtraciones importantes, obligando a reubicar a estudiantes y cortar la luz por precaución. "Facias quedó bajo agua. Las aulas 14, 15 y 24 fueron las más afectadas", relató una egresada presente en el lugar.

En el Alto Valle de Río Negro, el granizo golpeó con especial fuerza a las chacras de Allen, donde productores reportaron pérdidas significativas en peras y manzanas en pleno desarrollo. Sebastián Hernández, presidente de la Federación de Productores, calificó el fenómeno como "devastador" y señaló que el daño podría afectar la calidad comercial de la fruta, tanto para el mercado interno como para la exportación. En otras localidades como Roca, el impacto fue menor, mientras que en Cervantes y Villa Regina el temporal casi no se sintió.

La reacción de la diputada nacional Lorena Villaverde (La Libertad Avanza) generó controversia en redes sociales, luego de que publicara un video celebrando la caída de granizo. Tras las críticas de productores y vecinos, Villaverde aclaró que su intención era destacar la fuerza de la naturaleza y pidió un relevamiento inmediato de los daños.

El temporal se suma a una serie de eventos climáticos que han afectado la región en los últimos días, agravando la situación de los productores frutícolas, quienes ya enfrentan altos costos y escasa asistencia estatal. Técnicos y chacareros iniciaron relevamientos para cuantificar las pérdidas, mientras el debate sobre la vulnerabilidad del sector ante fenómenos extremos vuelve a cobrar relevancia.