Diez pizzerías históricas de la Ciudad de Buenos Aires fueron distinguidas el 26 de agosto como "Pizzerías Emblemáticas Porteñas", en una iniciativa conjunta de la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas (APYCE) y el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad. El reconocimiento, entregado en una ceremonia en la tradicional pizzería Banchero de La Boca, busca resaltar el aporte cultural, social y gastronómico de estos establecimientos, que han marcado la identidad porteña durante más de medio siglo.

Los locales premiados —La Americana, El Fortín, Güerrin, El Cuartito, Las Cuartetas, Pin Pun, Casa Burgio, Angelin, La Mezzetta y Banchero— debieron cumplir requisitos estrictos: producción artesanal en el local, más de 50 años de trayectoria y uso de hornos tradicionales. Además, se valoró el cumplimiento de al menos el 80% de otros criterios, como la elaboración de pizza al molde, la oferta de empanadas, la exhibición de pizzas por porción y el uso de recetas originales.

Jorge Macri, jefe de gobierno porteño, destacó durante la entrega: “Estas pizzerías son emblemas de los barrios. Una linda excusa de reunión porque la pizza se comparte. Pero además hay historia, hay tradición, hay generaciones de laburantes que han pasado por cada una de estas pizzerías y también hay una construcción de una identidad gastronómica propia”. Hernán Lombardi, ministro de Desarrollo Económico, subrayó la seriedad del reglamento y la importancia de preservar la calidad y autenticidad de la pizza porteña.

La distinción no solo reconoce la trayectoria de estos locales, sino que también busca fortalecer su atractivo turístico y poner en valor su rol como puntos de encuentro social y cultural. En los últimos meses, la pizza argentina ha ganado visibilidad internacional, con la fugazza y la fugazzeta incluidas entre las más populares del mundo por Taste Atlas. Este contexto de creciente prestigio mundial refuerza la importancia de preservar las técnicas y recetas tradicionales que forman parte del patrimonio vivo de Buenos Aires.

Los responsables de las pizzerías coinciden en que la calidad de los ingredientes y la dedicación en cada etapa del proceso son fundamentales para mantener la vigencia de la pizza porteña. Así, estos establecimientos continúan configurando espacios de memoria y pertenencia, proyectando a Buenos Aires como destino gastronómico de referencia y consolidando la pizza como símbolo de identidad local.