El Ejército Argentino puso en marcha el Ejercicio Libertador 2025, considerado uno de los mayores despliegues militares del año, con operaciones en las provincias de Chaco y Formosa. Más de 2.500 efectivos y cerca de 1.000 toneladas de vehículos y equipos participan en la actividad, cuyo objetivo principal es fortalecer la capacidad defensiva y logística ante escenarios simulados de invasión extranjera.

El despliegue se realiza en tres ejes principales: desde Isla del Cerrito hacia el Aeródromo de Formosa, de El Colorado a Pirané, y por la ruta 95 desde Subteniente Perín hacia Palo Santo. El coronel Gustavo Insaurralde, jefe del Regimiento de Infantería de Monte 29, explicó que estos movimientos buscan activar y poner a prueba todos los sistemas logísticos del Ejército, en ejercicios que se desarrollan anualmente en distintas regiones del país.

El transporte ferroviario ha sido clave en la movilización de equipos, con un tren que partió de Retiro y tiene como destino Avia Terái, Chaco, donde se realizarán prácticas de artillería durante un mes. La carga incluye más de 80 vehículos de combate, camiones tácticos Oshkosh M1083 A1P2, tanques SK105 Kürassier y vehículos ultraligeros Polaris MRZR-4. El uso del ferrocarril, según fuentes oficiales, permite optimizar la eficiencia logística y la seguridad en el traslado de grandes volúmenes de material militar.

Durante el trayecto, un intento de saqueo al tren militar en la zona de Ángel Gallardo, Santa Fe, fue frustrado por la rápida intervención de la custodia militar y la policía provincial. El incidente obligó a extremar las medidas de seguridad y puso en evidencia la vulnerabilidad de los convoyes ferroviarios ante acciones delictivas. Tras el refuerzo de la carga y tareas de mantenimiento, el tren pudo continuar su marcha sin pérdidas.

El Ejercicio Libertador involucra la participación de diversas unidades, incluyendo la Fuerza de Despliegue Rápido, la Brigada Aerotransportada y elementos de artillería de Corrientes. Las maniobras se desarrollan principalmente en campos militares y zonas rurales, fuera de la vista del público general, y buscan adiestrar a las tropas en procedimientos de respuesta ante una agresión externa.

La coordinación entre el Ejército, Trenes Argentinos Cargas, Gendarmería Nacional y las policías provinciales ha sido destacada como fundamental para el éxito del operativo. El episodio de Santa Fe generó preocupación sobre la seguridad de los convoyes militares y civiles, mientras que las autoridades subrayan la importancia de mantener la eficiencia y protección en el despliegue logístico. El ejercicio continuará hasta el 5 de septiembre, consolidando la capacidad de respuesta y defensa territorial de las Fuerzas Armadas argentinas.