El caso de Matías Jurado, presunto asesino serial de Jujuy, continúa generando conmoción en la provincia y el país. En los últimos días, el Equipo Argentino de Antropología Forense, junto al Ministerio Público de la Acusación, realizó excavaciones en la vivienda del acusado, ubicada en el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy. Allí se hallaron restos óseos calcinados, fragmentos de piel y ropa quemada, además de herramientas de corte como sierras y serruchos, algunas ocultas entre los muros de la propiedad.

Las autoridades confirmaron la identificación de dos víctimas: Jorge Omar Anachuri, de 68 años, y Sergio Alejandro Sosa, de 25. El fiscal Guillermo Beller explicó que el hallazgo de ADN positivo de Sosa permitirá ampliar la imputación contra Jurado, quien permanece bajo prisión preventiva en el penal de Gorriti. "La ampliación es puntualmente respecto del ADN positivo en el cotejo que se ha hecho con el señor Sosa, que se amplía por un segundo hecho de homicidio agravado", detalló Beller.

Las excavaciones, iniciadas el lunes, se concentran en seis sectores del patio de la vivienda, delimitados por estudios de georadar realizados por Gendarmería Nacional. El gabinete de Criminalística del Ministerio Público de la Acusación participa activamente en las tareas, que se extenderán durante varios días. El fiscal no descarta ampliar la investigación a otras zonas, aunque algunas áreas, como la finca El Pongo, fueron descartadas por la acumulación de basura y el tiempo transcurrido.

Vecinos del barrio relataron actitudes sospechosas de Jurado y expresaron temor hacia él. "La gente le tenía miedo", afirmó uno de ellos, describiendo comportamientos extraños y nocturnos del acusado. Mientras tanto, la Justicia avanza en el análisis de ADN para determinar si los restos hallados corresponden a otras personas desaparecidas, y reconstruye el perfil psicológico y los movimientos de Jurado en los días previos a los crímenes.

El caso permanece bajo secreto de sumario y la investigación podría extenderse más allá de los cuatro meses previstos. El avance de la causa refleja un trabajo coordinado entre peritos, forenses y autoridades judiciales, en busca de esclarecer los hechos y confirmar la identidad de las víctimas. Jurado, por su parte, insiste en su inocencia y declaró dedicarse a la albañilería y venta de golosinas en la vía pública. El desenlace de la investigación será clave para la justicia jujeña y la sociedad argentina.