El turismo argentino atraviesa una transformación en los hábitos de consumo, marcada por una reducción significativa en la anticipación con que se compran pasajes, hoteles y alquileres de autos. Según diversos actores de la industria consultados por Sir Chandler, la llamada "ventana de compra" se ha acortado a un promedio de 40 días, equiparándose a estándares internacionales y alejándose de la tradicional planificación con varios meses de antelación que caracterizaba al mercado local.

Este cambio responde a una combinación de factores económicos y políticos. Por un lado, la persistencia de precios elevados en pasajes internacionales desincentiva la compra anticipada, mientras que la estabilidad relativa en el contexto político y cambiario permite a los consumidores esperar hasta último momento para definir sus viajes. "Hoy en día veo que un pasaje cuesta lo mismo para viajar en un mes que en once meses", comenta un viajero frecuente, reflejando la percepción generalizada de que la anticipación ya no representa un ahorro significativo.

Las aerolíneas han respondido a esta nueva dinámica incrementando la oferta de vuelos, aunque la venta anticipada sigue siendo baja. American Airlines y Latam, por ejemplo, han lanzado ofertas inéditas, con precios por debajo de los 1.000 dólares para vuelos internacionales, lo que genera expectativas de una posible baja de precios si la demanda no se recupera. Este fenómeno también impacta en la reserva de hoteles y alquileres de autos, que se realizan con menos tiempo de anticipación, afectando la planificación de toda la cadena turística.

El turismo nacional, por su parte, muestra signos de crisis, aunque la ocupación de vuelos de cabotaje se mantiene alta. La proliferación de aerolíneas, especialmente las de bajo costo, ha dinamizado el mercado y generado más oportunidades de ofertas de último momento. Sin embargo, la incertidumbre política y económica sigue influyendo en las decisiones de compra, y muchos viajeros prefieren esperar a que se definan las condiciones antes de comprometerse con gastos importantes.

En este contexto, las plataformas digitales y la competencia entre empresas han cambiado la forma en que se mide la crisis del sector, con un auge en reservas flexibles y alternativas de alojamiento. Se espera que la tendencia de compras más cercanas a la fecha de viaje se mantenga, aunque las próximas elecciones podrían modificar nuevamente los hábitos de consumo de los argentinos.