Leticia Lembi, una periodista de 33 años oriunda de Tres Arroyos, falleció el miércoles por la tarde tras caer desde una escalera de 25 metros de altura en la zona de Barranca de los Lobos, al sur de Mar del Plata. El trágico accidente ocurrió mientras la joven intentaba tomarse una foto en una plataforma de hormigón en mal estado, acompañada por familiares y amigos.

Según informaron fuentes policiales y testigos, la estructura carecía de barandas y presentaba un avanzado deterioro debido a la erosión y la falta de mantenimiento. A pesar de que la zona es frecuentada por turistas y pescadores por sus vistas panorámicas, no cuenta con señalización adecuada ni servicios de guardavidas. "No hay un mantenimiento porque no hay una playa, no hay una explotación", reconocieron fuentes del Municipio de General Pueyrredon, quienes también admitieron que no está claro si la responsabilidad del lugar recae en la provincia o en la comuna.

El accidente ocurrió alrededor de las 18:45. Tras la caída, equipos de bomberos, el SAME y personal municipal acudieron rápidamente, pero no lograron reanimar a la víctima, quien falleció en el acto. El fiscal Carlos Russo, a cargo de la investigación, indicó que se trata de una muerte accidental y supervisó las actuaciones en el lugar.

La tragedia puso en evidencia la falta de mantenimiento y de medidas de seguridad en la escalera, una situación que había sido advertida previamente en redes sociales y medios locales. Un video publicado meses antes del accidente ya alertaba sobre el peligro de la estructura y recomendaba evitar el acceso, especialmente para niños.

Vecinos y visitantes habituales de la zona han denunciado reiteradamente el abandono y la ausencia de acciones preventivas por parte de las autoridades. "Vemos que hay una dejadez del Municipio", expresó un residente local. El municipio, por su parte, sostiene que la falta de servicios se debe a que el lugar no es considerado oficialmente una playa balnearia.

El caso reabre el debate sobre la seguridad en espacios turísticos no regulados y la necesidad de definir responsabilidades claras para evitar nuevas tragedias en zonas de alto riesgo.