El asesinato de Alejo Riveros, un joven barbero de 26 años, ha conmocionado a la ciudad de Rosario. El crimen ocurrió el pasado 25 de abril en el barrio Larrea, cuando Riveros fue atacado en su barbería mientras cerraba el local. Según la fiscal María de los Ángeles Granato, el acusado, Pablo Nicolás Longo, golpeó a la víctima en la cabeza con un martillo y luego le asestó 35 puñaladas. La relación entre ambos se originó debido a que Longo era el exnovio de la pareja actual de Riveros.

La evidencia presentada en la audiencia imputativa incluye grabaciones de cámaras de seguridad, testimonios de familiares y rastros de zapatillas que vinculan a Longo con la escena del crimen. La fiscalía ha calificado el caso como homicidio calificado por alevosía, lo que podría derivar en una condena de prisión perpetua. La jueza Eleonora Verón, quien presidió la audiencia, no descartó la posibilidad de que el caso sea resuelto mediante un juicio por jurados, una modalidad que se está implementando gradualmente en la provincia de Santa Fe.

La familia de Riveros, devastada por la pérdida, asistió a la audiencia y expresó su dolor y exigencia de justicia. "Queremos cadena perpetua por la alevosía y la maldad", declaró Graciela, la madre de la víctima. Por su parte, el padre de Riveros recordó que su hijo era un joven trabajador que soñaba con ser piloto y que dedicaba largas horas a su barbería para financiar sus estudios.

El caso ha generado un fuerte impacto en la comunidad local, que ha mostrado su solidaridad con la familia de la víctima. Además, ha reavivado el debate sobre la violencia interpersonal y los crímenes pasionales en la región. Mientras tanto, el acusado permanecerá en prisión preventiva mientras avanza el proceso judicial, que podría extenderse durante varios meses.