Osvaldo Ezequiel Cuéllar, un ingeniero argentino de 31 años oriundo de Salvador Mazza, Salta, falleció este miércoles en la ciudad de Salta tras ser víctima de un violento ataque en la frontera con Bolivia. El hecho ocurrió la noche del lunes 27 de octubre en una plaza de San José de Pocitos, localidad boliviana limítrofe con Argentina, donde Cuéllar fue interceptado por dos hombres en motocicleta que le dispararon cuatro veces, tres de los tiros impactando en su cabeza y uno en la mano.

Testigos del ataque relataron que los agresores no mediaron palabra ni intentaron robarle, lo que refuerza la hipótesis de un ataque premeditado. "No hubo amenazas ni forcejeos. Tampoco fue un robo. Solo le dispararon", detalló un vecino en declaraciones a la prensa local. Tras el atentado, los atacantes huyeron en moto hacia la frontera argentina, presuntamente por un paso clandestino.

Cuéllar fue auxiliado por vecinos y trasladado de urgencia al hospital Rubén Zelaya de Yacuiba, Bolivia. Posteriormente, y ante la gravedad de las heridas, fue derivado al hospital Juan Domingo Perón de Tartagal, Argentina, y finalmente a la capital salteña en un vuelo sanitario, donde falleció producto de las lesiones.

La investigación está a cargo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Bolivia, en coordinación con autoridades argentinas. El coronel Mirko Bustos, comandante de Frontera Policial, informó que se revisan cámaras de seguridad de la zona y se trabaja en conjunto para identificar a los autores y esclarecer el móvil del crimen. Hasta el momento, no se ha presentado denuncia formal por parte de la familia, y la investigación continúa de oficio.

El caso generó conmoción en Salvador Mazza, donde Cuéllar era conocido por su labor profesional y su pertenencia a una familia comerciante. Amigos y excompañeros expresaron su dolor en redes sociales y reclamaron justicia. "Cada uno de nosotros guarda en el corazón un pedacito de él, de esos momentos compartidos que hoy se transforman en recuerdos eternos", escribieron sus compañeros de estudio.

La violencia en la frontera y la falta de esclarecimiento sobre el móvil del ataque han generado preocupación entre los habitantes de la región, quienes exigen respuestas y mayor seguridad. Las autoridades de ambos países continúan trabajando para avanzar en la investigación y dar con los responsables.