El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta amarilla por tormentas para este fin de semana en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires, entre ellas Mar del Plata y Bahía Blanca. Según los reportes oficiales, se esperan precipitaciones acumuladas de entre 20 y 60 milímetros, con posibilidad de valores superiores en algunos sectores. Las tormentas estarán acompañadas de ráfagas de viento que podrían superar los 60 kilómetros por hora, frecuente actividad eléctrica y ocasional caída de granizo.

La mañana del sábado se presentó con temperaturas elevadas, alcanzando hasta 25°C en Mar del Plata, lo que generó una sensación veraniega inusual para la época. Sin embargo, el SMN advirtió que las condiciones climáticas empeorarán hacia la tarde y noche, con la llegada de tormentas fuertes y un marcado descenso de la temperatura. En Bahía Blanca, la máxima prevista es de 22°C, pero la sensación térmica podría descender a 11°C debido a la alta humedad y la baja presión atmosférica.

Ante este escenario, el SMN recomienda a la población extremar precauciones: evitar actividades al aire libre, asegurar objetos que puedan ser desplazados por el viento, no refugiarse bajo árboles o postes eléctricos y mantenerse alejado de cuerpos de agua para reducir el riesgo de ser alcanzado por un rayo. Además, se aconseja preparar una mochila de emergencia con elementos básicos como linterna, radio, documentos y teléfono.

El alerta amarillo implica la posibilidad de fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de las actividades cotidianas. En el noroeste bonaerense, la alerta escala a naranja, lo que indica un riesgo aún mayor. El frente de tormentas, que se desplaza desde el centro del país, afectará especialmente la región costera y podría extenderse a zonas más pobladas durante el domingo.

La situación ya ha provocado la postergación de eventos, como la tradicional Caravana de la Primavera en Mar del Plata, que fue reprogramada para el 2 de noviembre. Las autoridades y medios locales insisten en la importancia de seguir las recomendaciones oficiales y mantenerse informados ante posibles actualizaciones del pronóstico.

El fenómeno pone en alerta a gran parte de la provincia de Buenos Aires y refuerza la necesidad de preparación y prevención ante eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes en la región.