El asesinato de Rita Suárez, de 47 años, ocurrido el pasado jueves en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza, generó conmoción en la comunidad y puso en foco la problemática de la inseguridad en el conurbano bonaerense. Suárez fue abordada por tres jóvenes delincuentes mientras esperaba a su hija en su automóvil, acompañada por su hijo de 15 años. Sin mediar palabra, uno de los atacantes le disparó en el hombro izquierdo, provocando una herida fatal.

Tras el ataque, los agresores escaparon a pie y fueron captados por cámaras de seguridad en la zona. Minutos después, realizaron compras en un supermercado chino, donde uno de los menores pagó con una billetera virtual a su nombre, lo que permitió a los investigadores rastrear su paradero. Posteriormente, los sospechosos tomaron un remís, sumando otra pista clave para la investigación.

La policía bonaerense, bajo la dirección del fiscal Adrián Arribas, logró identificar y detener al mayor de edad involucrado, Alex Muñoz, de 19 años, quien fue encontrado con la misma ropa utilizada durante el crimen y una pistola calibre .380, presuntamente el arma homicida. Los dos menores de edad, de 16 y 17 años, permanecían prófugos hasta que, tras un proceso de contención y negociación, sus madres decidieron entregarlos personalmente a la policía.

El hecho ocurrió en la esquina de Miró y Florio, y la víctima fue trasladada de urgencia por vecinos a la clínica Cruz Celeste, donde falleció. El barrio expresó su consternación y temor ante la creciente inseguridad. "Salís y no sabés si volvés", lamentó una vecina. La escuela donde trabajaba Rita Suárez emitió un comunicado de condolencias, destacando su rol como preceptora y su emprendimiento de bordados para bandas de rock.

La causa está en manos de la Fiscalía de Responsabilidad Juvenil N°1 de La Matanza, que investiga el caso bajo la carátula de homicidio agravado. El uso de tecnología y la colaboración familiar fueron fundamentales para la resolución del caso. El episodio reaviva el debate sobre la seguridad en el conurbano y la responsabilidad de los adultos en la contención de los jóvenes involucrados en delitos graves.