El mercado de autos usados en Argentina registró un récord histórico en el primer semestre de 2025, con 918.404 unidades vendidas, lo que representa un aumento del 24,2% respecto al mismo período del año anterior. Según datos de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), junio fue el mejor mes de los últimos diez años, con 143.191 transferencias, un 15,6% más que en junio de 2024, aunque con una leve baja del 7,5% respecto a mayo.

El Volkswagen Gol y su versión Trend se mantuvieron como los modelos más elegidos, con 7.726 unidades comercializadas en junio, seguidos por la Toyota Hilux y el Chevrolet Corsa/Classic. El crecimiento fue especialmente notorio en provincias del norte como Formosa, La Rioja, Catamarca, Chaco y Jujuy, que lideraron el ranking de subas interanuales, mientras que Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, históricamente dominantes, mostraron incrementos más modestos pero siguen encabezando el volumen total de operaciones.

Alejandro Lamas, secretario de la CCA, destacó: “Llegamos a un primer semestre del año histórico, en el cual las cifras de ventas de vehículos usados es la más alta desde que se tiene registro, siendo el primero en 1995, hace 30 años”. Lamas atribuyó el auge a la estabilidad de precios y cambiaria, la mayor oferta de productos y las políticas comerciales agresivas de terminales e importadores. Sin embargo, advirtió que la financiación sigue siendo un desafío, ya que las tasas bancarias no resultan atractivas frente a la inflación proyectada.

En el interior del país, el dinamismo fue mayor que en los grandes centros urbanos, con provincias como Tucumán y Mendoza mostrando subas superiores al 20%. Agentes del sector señalaron que la mejora en las opciones de crédito y la estabilidad económica alentaron la demanda, aunque la financiación en autos usados sigue siendo baja en comparación con los vehículos nuevos.

De mantenerse la tendencia, el sector podría cerrar el año con cerca de 1.800.000 operaciones, igualando el récord histórico de 2013. El balance del semestre reafirma la relevancia creciente del mercado de autos usados en la economía argentina y anticipa un cierre de año con cifras históricas si se sostiene el actual ritmo de ventas.