El empresario Alberto Horacio Olivera, referente indiscutido de la movida nocturna sanjuanina, falleció este jueves tras sufrir un infarto. Olivera, conocido por ser propietario de los tradicionales boliches El Muelle y Garage en el departamento Angaco, dejó una huella profunda en la vida nocturna de la provincia. Su partida generó una ola de conmoción y tristeza entre colegas, amigos y clientes, quienes rápidamente expresaron sus condolencias y recuerdos a través de las redes sociales.

Olivera presidió la Cámara Discotecas Sanjuaninas (CADISA), desde donde lideró la lucha de los empresarios del sector durante la pandemia, logrando que los locales pudieran reabrir bajo estrictos protocolos sanitarios. Su gestión fue reconocida por la comunidad bolichera, que lo consideraba un referente y defensor de los intereses del rubro.

La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su propio hijo, quien publicó un sentido mensaje en redes sociales, agradeciendo el legado y el amor de su padre. "Dios te tenga en la gloria mi papá querido, te voy a extrañar toda mi vida. Gracias por todo, te amo con mi alma", expresó.

Hasta el momento, no se ha informado oficialmente el lugar ni el horario del velatorio y el posterior sepelio, aunque se espera una importante concurrencia de allegados y referentes del sector nocturno que deseen despedirlo.

El legado de Olivera está ligado a la creación y consolidación de espacios emblemáticos para varias generaciones de jóvenes sanjuaninos. Su nombre permanecerá asociado a la transformación de la noche local y a la defensa de los intereses de los empresarios del sector. La comunidad sanjuanina, especialmente quienes compartieron su pasión por la vida nocturna, lo despide con profundo pesar y reconocimiento.