En la zona norte del Gran Buenos Aires, Tigre se ha consolidado como uno de los polos de mayor crecimiento inmobiliario en las últimas dos décadas. Sin embargo, la falta de créditos hipotecarios bancarios ha obligado a desarrolladores y compradores a buscar alternativas para acceder a la vivienda. Actualmente, el crédito hipotecario tradicional representa apenas el 0,2% del PBI argentino, una cifra considerablemente baja en comparación con otros países de la región.

Ante este panorama, la financiación privada ha ganado protagonismo. Empresas como Brickell Developers ofrecen departamentos en 60 cuotas a tasa cero, con un anticipo del 30%, en el proyecto Remeros Brickell. Este desarrollo, que incluye 300 unidades de uno a tres ambientes, propone valores que parten en US$78.600 para monoambientes y llegan hasta US$154.000 para tres ambientes. El modelo permite que parte de las últimas cuotas pueda cubrirse con el alquiler de la propiedad, facilitando el acceso a la vivienda para quienes no pueden acceder a un crédito bancario.

Otra iniciativa destacada es la de Rowers, un barrio privado sobre el Camino de los Remeros, que ofrece 166 lotes con un esquema de financiación del 65% del valor total a 36 cuotas. Los precios varían según la ubicación de los lotes, con valores promedio de US$365 a US$542 por metro cuadrado.

El mercado inmobiliario de Tigre también se ve influido por nuevas regulaciones. Una reciente ordenanza municipal limita temporalmente la altura de las edificaciones para ordenar el crecimiento urbano, aunque no afecta a los proyectos ya aprobados o en construcción. Los desarrolladores y brokers coinciden en la importancia de contar con marcos regulatorios claros y previsibles para fomentar un desarrollo responsable y sustentable.

Durante un encuentro en Remeros Brickell, referentes del sector destacaron que la financiación directa dejó de ser marginal y se convirtió en una herramienta decisiva para cerrar operaciones. "Las desarrolladoras estamos asumiendo un rol que antes era exclusivo de los bancos. No buscamos reemplazar al sistema financiero, pero sí generar soluciones reales para que más gente acceda a la vivienda", afirmó Daniel Szylder, socio de Brickell Developers.

El contexto económico argentino, marcado por la inflación y la volatilidad, ha llevado a los compradores a buscar refugio en el mercado inmobiliario. La reciente normativa que permite hipotecar el boleto de compraventa aporta mayor seguridad jurídica y transparencia a las operaciones. Los especialistas coinciden en que, si el crédito bancario se reactiva, el mercado de vivienda usada será el primero en repuntar, arrastrando al resto del sector y generando un nuevo ciclo de valorización en zonas como Tigre.