Las carreras universitarias vinculadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) se han consolidado como las más demandadas en Argentina, en un contexto de acelerada transformación digital y cambios en el mercado laboral. Según datos oficiales de la Secretaría de Educación y relevamientos privados, más de 2,7 millones de estudiantes cursan estudios superiores en el país, con una marcada preferencia por disciplinas como Análisis de Sistemas, Ingeniería Informática, Electrónica, Inteligencia Artificial y Análisis de Datos.

El informe de Adecco Argentina revela que los profesionales senior en inteligencia artificial pueden superar los 8 millones de pesos mensuales, mientras que los analistas de datos y expertos en ciberseguridad también figuran entre los mejor remunerados, con ingresos que oscilan entre 1,5 y 6 millones de pesos mensuales según experiencia y sector. Esta tendencia responde no solo a la necesidad de cubrir vacantes, sino a la búsqueda de perfiles capaces de adaptarse a entornos cambiantes, integrar tecnología y desarrollar habilidades blandas como pensamiento crítico y trabajo en equipo.

El Área Metropolitana de Buenos Aires concentra la mayor cantidad de búsquedas laborales, aunque la región patagónica lidera los niveles salariales en sectores como petróleo, gas, minería y tecnología aplicada. Los jóvenes que ingresan al mercado laboral aspiran a ingresos mínimos de 1.388 dólares mensuales al tipo de cambio oficial, mientras que los perfiles junior en tecnología esperan alrededor de 980 dólares y los senior entre 1.500 y 1.900 dólares.

En cuanto a la formación, más de dos millones de estudiantes están matriculados en universidades públicas, destacándose la Universidad de Buenos Aires (UBA) como referente internacional. Las universidades privadas superan el medio millón de alumnos, con costos de inscripción y aranceles variables. Buenos Aires fue reconocida recientemente como la mejor ciudad de América Latina para estudiar, según la plataforma Preply, por su calidad académica, oferta cultural y calidad de vida. El costo promedio de alquiler para estudiantes en la capital ronda los 450.000 pesos mensuales.

Otras ciudades como Mendoza, Córdoba y San Miguel de Tucumán también se posicionan como polos educativos relevantes. El Gobierno nacional impulsa becas para carreras estratégicas, especialmente en universidades públicas, para facilitar el acceso y la permanencia de los estudiantes. En este escenario, las universidades adaptan sus programas para responder a la demanda de empleabilidad y salarios competitivos, mientras las empresas buscan ofrecer propuestas de valor que incluyan desarrollo profesional y capacitación continua.

La tendencia muestra que las nuevas generaciones priorizan la combinación de vocación, oportunidades laborales y proyección salarial al momento de elegir su formación universitaria, en un mercado laboral que exige perfiles cada vez más integrales y preparados para los desafíos de la digitalización.