En un confuso episodio ocurrido en el barrio Santa Lucía de Rosario, un joven de 22 años perdió la vida tras ser herido con un arma blanca en el abdomen. El hecho tuvo lugar en la noche del lunes 28 de abril, alrededor de las 21:30, en una vivienda ubicada en la calle Chaparro 1632, en la zona noroeste de la ciudad. Según las primeras investigaciones, el incidente podría estar relacionado con un intento de usurpación de vivienda o con un conflicto vinculado a la comercialización de drogas.

Las víctimas fueron identificadas como Jesús G., de 33 años; Aníbal P., de 22 años; y Matías P., de 17 años. Aníbal P. fue trasladado inicialmente al Policlínico San Martín y luego derivado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) debido a la gravedad de sus heridas. A pesar de los esfuerzos médicos, falleció en la madrugada del martes 29 de abril. Por su parte, Jesús G. y Matías P. también fueron atendidos en el HECA por heridas de arma blanca y se encuentran fuera de peligro.

El caso ha generado diversas reacciones en la comunidad. Vecinos del barrio Santa Lucía manifestaron su preocupación por la creciente inseguridad en la zona, mientras que las autoridades locales han prometido intensificar las investigaciones para esclarecer los hechos. La denuncia inicial fue realizada por el padre de un menor que también habría estado involucrado en el incidente, aunque no resultó herido.

Este episodio se enmarca en un contexto de creciente violencia en Rosario, donde ya se han registrado nueve homicidios en el mes de abril y un total de 46 en lo que va del año. La Fiscalía de Flagrancia, a cargo de Lucas Altare, y el Juzgado de Menores, liderado por Jesica Ruggieri, están al frente de la investigación. Hasta el momento, no se han realizado detenciones, pero las autoridades trabajan en identificar a todos los involucrados y determinar las responsabilidades penales.

El barrio Santa Lucía, conocido por ser escenario de conflictos relacionados con la ocupación de viviendas y actividades ilícitas, vuelve a estar en el centro de la atención pública. Este caso pone de relieve la necesidad de abordar las causas estructurales de la violencia en Rosario, como la pobreza y el narcotráfico, que continúan afectando gravemente a la comunidad.