El comercio electrónico transfronterizo en Argentina atraviesa un momento de expansión sin precedentes, impulsado por la flexibilización de normativas aduaneras y la digitalización del sistema puerta a puerta. Entre enero y mayo de 2025, las compras al exterior mediante courier aumentaron un 58%, con tecnología, ropa y accesorios como los rubros más demandados, según datos del sector.

La implementación de la resolución 5608/2024 y el Decreto 1065/2024 permitió elevar el límite de valor FOB para envíos vía courier de USD 1.000 a USD 3.000 y eximir de derechos de importación a compras de hasta USD 400, lo que facilitó el acceso a productos internacionales a un mayor número de argentinos. Además, el nuevo sistema digital de puerta a puerta, vigente desde abril, permite hasta 12 envíos anuales de USD 50 cada uno sin necesidad de trámites presenciales, agilizando la experiencia del usuario.

El crecimiento del canal courier no solo responde a la demanda de consumidores finales, sino también al auge de microemprendedores que aprovechan el régimen para importar bienes de consumo y capital destinados a la reventa en ferias, redes sociales y marketplaces. En solo cuatro meses, se registraron 402.000 envíos con fines comerciales, lo que generó desafíos logísticos como la saturación de espacios de almacenamiento y el aumento de precios de alquiler en depósitos modulares.

Plataformas internacionales como Shein, Temu, Amazon y Mercado Libre han capitalizado esta tendencia, ofreciendo una amplia variedad de productos a precios competitivos. "La importación de productos viene creciendo de forma sostenida desde que en diciembre de 2024 abrimos esta posibilidad desde una base muy pequeña, lo que expresa que la iniciativa tiene un amplio potencial", señalaron desde Mercado Libre.

El e-commerce argentino alcanzó un crecimiento del 284% en facturación durante la primera mitad de 2025 respecto al mismo período de 2023, ubicando al país entre los cinco con mayor potencial de crecimiento en América Latina. Sin embargo, el auge de las importaciones también plantea desafíos para la balanza comercial y la infraestructura logística, lo que obliga tanto al sector público como al privado a buscar soluciones para sostener el ritmo de expansión.

En este contexto, el Gobierno destaca que la modernización del sistema puerta a puerta no solo beneficia a los consumidores, sino que también fomenta el desarrollo de la logística, el transporte y los servicios postales, generando empleo y fortaleciendo la cadena de valor asociada al comercio electrónico. El futuro del sector dependerá de la capacidad de adaptación de la infraestructura y de la regulación para acompañar el crecimiento sostenido de las compras internacionales.