Wanda Nara, reconocida empresaria y conductora argentina, eligió Villa La Angostura como destino para sus vacaciones de invierno junto a sus cinco hijos, en un contexto de cambios personales y familiares. La escapada a la Patagonia, documentada ampliamente en redes sociales y medios, se produce tras su reciente separación de Mauro Icardi y en medio de un proceso de divorcio que involucra trámites legales tanto en Argentina como en Italia.

Durante su estadía en la nieve, Wanda compartió momentos íntimos y familiares, mostrando la rutina de esquí en Cerro Bayo y la convivencia con sus hijos. “Estoy pensando mucho más en mí”, declaró en una entrevista, subrayando su decisión de priorizar su bienestar y el de sus hijos tras años de exposición mediática y desafíos personales. La empresaria también confirmó que se encuentra soltera y enfocada en su próximo proyecto televisivo, MasterChef famosos, que comenzará a grabar a fines de agosto.

La relación con Maxi López, padre de sus tres hijos varones, fue otro de los temas destacados. Ambos mantienen una comunicación fluida y colaboran en la crianza de los niños, lo que quedó reflejado en gestos públicos y declaraciones de apoyo mutuo. “Tenemos chats con cada uno de los nenes y hablamos todos los días por los chicos”, afirmó Wanda, quien también agradeció el acompañamiento de su familia y amigos durante momentos difíciles.

El viaje a la Patagonia estuvo marcado por la imposibilidad legal de salir del país con sus hijas menores, situación derivada del conflicto judicial con Icardi. A pesar de estas restricciones, Wanda aprovechó la ocasión para fortalecer los lazos familiares y disfrutar de actividades recreativas en la nieve.

En el plano de la moda, Wanda volvió a captar la atención al imponer tendencia con un par de botas de diseño exclusivo, que rápidamente se viralizaron en redes sociales y medios especializados. Su estilo y capacidad para marcar tendencia fueron destacados como parte de su influencia en la cultura popular argentina.

La experiencia de Wanda Nara en Villa La Angostura refleja un momento de introspección, resiliencia y búsqueda de equilibrio entre la vida pública y privada, mientras enfrenta los desafíos de la maternidad y la exposición mediática. El futuro inmediato la encuentra enfocada en nuevos proyectos profesionales y en el fortalecimiento de su núcleo familiar.