Julio de 2025 comenzó en Argentina con una serie de aumentos en servicios y productos regulados que afectan a millones de ciudadanos. Las tarifas de luz y gas subieron un 2% cada una, según las resoluciones 281/2025 y 282/2025 del Gobierno nacional, mientras que el agua aumentó un 1% para los usuarios de AySA en el AMBA. Los combustibles registraron subas de entre 3,5% y 5%, dependiendo de la empresa, y YPF implementó descuentos nocturnos en algunas estaciones, aunque la provincia de Buenos Aires quedó excluida de este beneficio por regulaciones locales.

El transporte público también se encareció: el boleto mínimo de colectivo y subte en el AMBA y la provincia de Buenos Aires subió un 3,5%, y en La Plata el boleto mínimo pasó de $515,04 a $533,22. Los servicios de telecomunicaciones, como cable, internet y telefonía, aumentaron hasta un 5% en julio, en línea con la inflación y el incremento de costos operativos.

En el ámbito educativo, las cuotas de los colegios privados con subsidio estatal subieron un 2,4% en la Ciudad de Buenos Aires y hasta un 4,2% en la provincia. Las empresas de medicina prepaga aplicaron incrementos diferenciados, con máximos de 2,65% en las cuotas mensuales y ajustes adicionales en copagos.

El mercado de alquileres también experimentó cambios significativos. Los contratos firmados bajo la vieja ley afrontan un aumento interanual del 66,11%, el más bajo en casi tres años, mientras que los nuevos contratos, pactados con mayor flexibilidad tras la derogación de la ley de alquileres en 2023, presentan subas trimestrales de 5,89% atadas al Índice de Precios al Consumidor.

Estos aumentos se producen en un contexto de inflación persistente, aunque desacelerada. Consultoras privadas estiman que la inflación de junio se ubicó entre 1,7% y 2,1%, por encima del 1,5% registrado en mayo. El Gobierno argumenta que la actualización de tarifas es necesaria para reducir subsidios y equilibrar las cuentas públicas, mientras que usuarios y analistas advierten sobre el impacto en el poder adquisitivo y el consumo. El panorama económico sigue siendo desafiante, con la expectativa de que los ajustes continúen presionando la inflación en los próximos meses.