El periodista Vicente "Cholo" Ciano, una de las figuras más queridas y emblemáticas de Mar del Plata, falleció a los 88 años tras un mes de internación. Su partida generó un profundo pesar en la ciudad y en el ámbito periodístico, deportivo y cultural, donde su presencia fue constante durante más de cinco décadas.

Desde las primeras horas del sábado, la sala velatoria Piovano se colmó de familiares, colegas, dirigentes políticos, deportistas y vecinos que se acercaron a rendirle un último homenaje. Entre los presentes estuvieron el intendente Guillermo Montenegro, el senador Maximiliano Abad, diputados provinciales, concejales y referentes de distintos sectores, quienes coincidieron en destacar la calidez humana y el compromiso profesional de Ciano.

Durante la ceremonia, su hijo Ariel Ciano compartió emotivas palabras sobre los valores que su padre le transmitió: "Ayudá siempre que puedas" y "Caminá por la vida para que nunca tengas que bajar la mirada". El ambiente estuvo marcado por el afecto, las anécdotas y el reconocimiento unánime a la figura del "Cholo", quien supo ganarse el respeto y cariño de toda la comunidad.

Ciano fue la cara visible de Canal 8 durante décadas, conduciendo el noticiero Teleocho Informa y participando en programas deportivos y ciclos de entrevistas. También trabajó en LU6 Radio Atlántica, El Atlántico y fue corresponsal de la revista El Gráfico, cubriendo eventos deportivos internacionales. Su estilo sobrio, cercano y su voz inconfundible lo convirtieron en un referente indiscutido del periodismo local.

El intendente Montenegro lo definió como "un pedazo de Mar del Plata", mientras que colegas y amigos resaltaron su bonomía, humildad y profesionalismo. "El Cholo no tenía credenciales. No las necesitaba. Entraba a todos lados… era el Cholo", recordaron entre abrazos y aplausos.

Tras la ceremonia, sus restos fueron trasladados al cementerio Colinas de Paz, donde recibió el último adiós de una multitud. La despedida de Vicente "Cholo" Ciano deja un legado imborrable en el periodismo y en la memoria colectiva de Mar del Plata, consolidando su figura como un ejemplo de integridad y pasión por la profesión.