Cristian Moyano, cadete de la Policía Bonaerense de 24 años, fue asesinado el pasado sábado en la Unidad Carcelaria N°24 de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. Moyano, quien había ingresado al penal a fines de octubre acusado de abuso sexual agravado, fue víctima de una brutal golpiza que le provocó más de 25 lesiones, incluyendo fracturas de costillas, golpes en el rostro y extremidades, y una lesión en el cuello que llevó a los médicos forenses a investigar una posible asfixia. La autopsia aún no determina si la causa de muerte fue asfixia o paro cardiorrespiratorio producto de la violencia sufrida.

El hecho desencadenó una fuerte reacción entre los internos, quienes al día siguiente protagonizaron un motín en dos pabellones, reteniendo como rehén a un guardia penitenciario en reclamo por el asesinato. La situación fue controlada tras varias horas de tensión, y la Justicia ordenó la detención de cinco agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense, sospechados de haber participado en la agresión fatal. Los detenidos, cuyas edades oscilan entre los 20 y 50 años, fueron imputados por homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía, y por ser miembros del servicio penitenciario.

Según fuentes del caso, Moyano fue retirado de su celda tras gritar que quería salir, y llegó inconsciente al sector de Sanidad, distante a unos 500 metros del pabellón. Fue trasladado de urgencia al hospital Mi Pueblo, donde ingresó sin vida. Ninguno de los agentes detenidos presentaba lesiones, lo que llamó la atención de los investigadores, dado el perfil de la víctima como boxeador semiprofesional.

La investigación judicial avanza con la colaboración de las autoridades penitenciarias, que informaron la preservación de la celda y el sector de Sanidad para pericias, y la apertura de un sumario administrativo interno. Se secuestraron entre 15 y 20 teléfonos celulares del personal de guardia para ser peritados, y se halló un objeto punzante que podría estar vinculado al ataque. El fiscal Christian Granados y el juez Julián Busteros dispusieron la detención formal de los agentes, mientras no se descartan nuevas imputaciones en las próximas horas.

El caso de Moyano reaviva el debate sobre la violencia institucional y las condiciones en las cárceles argentinas, en un contexto de reiterados episodios de conflictividad en el sistema penitenciario. Las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense aseguraron que brindarán apoyo total a la Justicia para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. El desenlace de la investigación podría tener implicancias en la revisión de protocolos y controles dentro de los penales bonaerenses.