Una adolescente de 14 años, Melody Cerdán Avendaño, fue asesinada de un disparo en la cabeza durante una fiesta clandestina en Bernal Oeste, partido de Quilmes, en la madrugada del domingo. El trágico episodio ocurrió en una vivienda de Villa La Iapi, donde se organizaban reuniones frecuentes a las que asistían decenas de adolescentes, sin ningún tipo de control adulto ni municipal. Según testigos, la noche derivó en una pelea entre jóvenes que rápidamente se transformó en una batalla campal, con corridas, gritos y disparos. En medio del caos, Melody fue alcanzada por un tiro y murió casi instantáneamente.

Tras el hecho, algunos asistentes llamaron al 911 y una ambulancia del SAME trasladó a la joven al Hospital Iriarte, donde los médicos confirmaron su fallecimiento poco después de su ingreso. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°1 de Quilmes y de la Comisaría Séptima. Durante la madrugada, varios adolescentes fueron demorados para la toma de testimonios y se secuestraron teléfonos celulares que serán peritados en busca de audios, mensajes y videos que ayuden a reconstruir la secuencia del crimen. Además, la policía revisa las cámaras de seguridad públicas y privadas del barrio para rastrear los movimientos previos y posteriores a la balacera.

En las últimas horas, fue detenido un sospechoso de 17 años, mientras que otro joven de 18, apodado "Capucha", permanece prófugo y es señalado como el principal sospechoso de haber disparado el tiro mortal. La vivienda fue allanada y clausurada preventivamente. El caso fue caratulado como "homicidio" y la investigación continúa, con la prioridad de preservar la integridad de los testigos y avanzar sobre la base de pruebas objetivas.

El crimen de Melody generó conmoción entre los vecinos de Villa La Iapi, quienes desde hace meses reclaman controles frente a las fiestas clandestinas que se organizan sin autorización. Familiares y amigos de la víctima realizaron manifestaciones y colectas solidarias, exigiendo justicia y apuntando contra la dueña de la casa como responsable de los eventos. "Era una nena, fue a divertirse y no volvió más", expresó un familiar. El caso reaviva el debate sobre la seguridad de los adolescentes y la responsabilidad de los organizadores, mientras la comunidad espera avances en la investigación y medidas que eviten nuevas tragedias.