El fraude digital en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes en el último año, con un incremento del 300% en los intentos de estafas online, según datos de la firma de seguridad Kaspersky. Este fenómeno, que supera ampliamente el promedio regional, afecta a usuarios de todas las edades, pero tiene un impacto especialmente grave en los adultos mayores, quienes se convierten en blanco frecuente de los ciberdelincuentes.

Las modalidades de engaño se han diversificado: desde correos electrónicos de phishing y anuncios pagos en Google y redes sociales, hasta la utilización de aplicaciones de acceso remoto que permiten a los estafadores tomar control de los dispositivos de las víctimas. En muchos casos, los delincuentes suplantan la identidad de empresas reconocidas como YPF, Día, Netflix o bancos, ofreciendo supuestos descuentos o beneficios para captar la atención de los jubilados.

En Mar del Plata, la Fiscalía N° 17 ha detectado un aumento de denuncias de adultos mayores que, tras interactuar con anuncios en Facebook, son contactados por supuestos empleados de empresas. A través de enlaces maliciosos, los estafadores logran acceder a las cuentas bancarias de las víctimas, vaciarlas y, en ocasiones, solicitar préstamos a su nombre. "Soy jubilada de la mínima, pago el alquiler y ahora tengo que pagar un crédito que sacaron a mi nombre", relató una de las damnificadas, quien quedó endeudada tras el fraude.

Casos similares se reportaron en Bowen y San Nicolás, donde las pérdidas alcanzaron los tres millones de pesos. En uno de los episodios, la rápida reacción de la víctima permitió frenar la transferencia total del dinero, aunque los delincuentes lograron sustraer una parte significativa.

El impacto de estas estafas no es solo económico, sino también emocional, dejando a los afectados en situaciones de angustia y desamparo. Las autoridades y expertos en ciberseguridad insisten en la importancia de desconfiar de promociones que llegan por redes sociales o WhatsApp, no compartir datos personales ni instalar aplicaciones sugeridas por desconocidos, y consultar siempre con familiares o fuentes oficiales ante cualquier duda.

A pesar de los esfuerzos de las plataformas tecnológicas para bloquear cuentas y anuncios fraudulentos, la magnitud y sofisticación de los ataques representan un desafío constante. El fenómeno evidencia la necesidad de fortalecer la educación digital y la protección de los sectores más vulnerables frente a la creciente ola de ciberdelitos en el país.