Un grave incidente se registró este domingo por la mañana en el barrio Villa Allende Parque de Córdoba, cuando un automóvil atropelló a varias personas tras una pelea a la salida de un after clandestino conocido como "La Casita". El hecho ocurrió cerca de las 9 de la mañana en la intersección de las calles Rincón de Luna y Arroyo Cabral, y fue captado por cámaras de seguridad de vecinos de la zona.

Según testimonios recogidos por La Voz, la disputa comenzó dentro del local y continuó en la vía pública entre el conductor del auto y el de una moto. Tras la pelea, el automovilista regresó y embistió a los presentes, incluyendo a dos personas que iban en una moto y a otros que se encontraban en la vereda. De acuerdo con los relatos, los organizadores y asistentes del evento retiraron rápidamente a los heridos y limpiaron el lugar antes de la llegada de la policía, con el objetivo de evitar que las autoridades detectaran el incidente y la relación con la fiesta clandestina.

Uno de los heridos, un joven de 19 años, ingresó por sus propios medios al Hospital de Pronta Atención Cura Brochero con traumatismos en el rostro y la espalda, y fue dado de alta posteriormente. La policía confirmó que respondió a un llamado por el siniestro, pero al arribar al lugar no encontró rastros del choque ni personas involucradas.

Vecinos del sector manifestaron su preocupación y cansancio ante la reiteración de este tipo de hechos, que aseguran se repiten desde hace más de una década. "Tiene que suceder algo muy grave para que pongan un freno", expresó uno de ellos, denunciando que los organizadores suelen ocultar pruebas y evitar la intervención policial cada vez que ocurre un incidente.

El local "La Casita" había sido clausurado meses atrás por la municipalidad y la policía, tras detectarse la realización de fiestas sin habilitación, venta ilegal de entradas y bebidas alcohólicas, y la presencia de menores de edad. Las autoridades también señalaron la falta de condiciones mínimas de seguridad, como cableado eléctrico expuesto y ausencia de matafuegos, lo que ponía en riesgo la integridad de los asistentes.

El episodio reaviva el debate sobre la proliferación de fiestas clandestinas en Córdoba y la necesidad de reforzar los controles para evitar nuevos hechos de violencia y garantizar la seguridad de los vecinos.