La Renga volvió a presentarse en la Ciudad de Buenos Aires tras ocho años de ausencia, en un esperado show en el estadio Tomás Adolfo Ducó de Huracán. Más de 45.000 fanáticos colmaron el estadio para presenciar el primero de tres conciertos programados, en un evento que combinó celebración, música y un fuerte operativo de seguridad.

El regreso de la banda de Mataderos a suelo porteño no fue sencillo. Durante años, La Renga enfrentó dificultades para obtener permisos de las autoridades de la ciudad, lo que generó una larga espera entre sus seguidores. Finalmente, la noche del 28 de junio marcó el reencuentro, con un show que recorrió toda la discografía del grupo, incluyendo clásicos y nuevas canciones como "Buena ruta hermano" y "Hay un tirano que es para vos".

El recital comenzó a las 21 horas, con la intención de finalizar temprano y así facilitar la convivencia con el barrio. Desde temprano, miles de personas se congregaron en los alrededores del estadio, generando un clima festivo y dinamizando la economía local con la venta de comidas, bebidas y merchandising.

Sin embargo, la jornada también estuvo marcada por incidentes en los accesos. Algunos fanáticos intentaron ingresar sin entrada, lo que derivó en enfrentamientos con la policía y la intervención de más de 1.000 efectivos. Se utilizaron camiones hidrantes para dispersar a los grupos que intentaban forzar el ingreso, y se registraron 17 detenciones de "trapitos", dos de ellos con antecedentes. Un agente policial resultó herido levemente, pero no se reportaron incidentes graves dentro del estadio.

Durante el show, Chizzo Napoli, líder de la banda, hizo un llamado a la reflexión sobre la violencia en redes sociales y la importancia del respeto. "Después de tanto tiempo, regresamos", expresó ante el público, que respondió con entusiasmo y cánticos durante toda la noche.

Las autoridades porteñas anunciaron que mantendrán y reforzarán los operativos de seguridad para las próximas fechas, previstas para el 1 y 5 de julio. El regreso de La Renga fue celebrado por músicos, medios y fanáticos, destacando la resiliencia de la banda y su público para concretar este esperado reencuentro. El evento no solo significó un hito musical, sino también un impulso para la economía barrial y un ejemplo de organización independiente en el ámbito del rock nacional.