Durante el último fin de semana, diversas ciudades argentinas fueron escenario de masivas caravanas nocturnas de motociclistas, generando alarma entre vecinos y autoridades por maniobras peligrosas, ruidos molestos y la falta de respeto a las normas de tránsito. El fenómeno, que se replicó en La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Mendoza y Tandil, involucró a cientos de motos circulando a alta velocidad, realizando piruetas y desafiando la presencia policial.

En La Plata, la convocatoria coincidió con la celebración de Halloween y reunió a cerca de mil motociclistas, según datos oficiales. Los participantes recorrieron avenidas principales y barrios céntricos, generando múltiples denuncias por circulación a contramano, paso de semáforos en rojo y ruidos excesivos. La Municipalidad desplegó un megaoperativo nocturno que culminó con la incautación de más de 50 motos por diversas infracciones, mientras que la Guardia Urbana y fuerzas provinciales intentaron contener el avance de la caravana.

Bahía Blanca también vivió una caravana de unas 250 motos, muchas con escapes modificados, lo que provocó molestias y preocupación entre los residentes. La policía local realizó operativos que resultaron en el secuestro de 79 motos entre jueves y sábado, aunque las autoridades reconocen que el abordaje se dificulta cuando la convocatoria es masiva. Funcionarios municipales y policiales se reunieron para coordinar acciones y solicitar una respuesta más efectiva de la Justicia, que recientemente rechazó allanamientos a presuntos organizadores.

En Mar del Plata, la situación se repite semanalmente, con caravanas que recorren la ciudad a alta velocidad y sin medidas de seguridad. Un joven de 21 años fue demorado tras perder el control de su moto durante un operativo, mientras que el historial de estos eventos incluye episodios trágicos, como la muerte de Franco Maiorano en junio pasado. El intendente Guillermo Montenegro expresó su preocupación y calificó a los participantes como "chorros motorizados", reclamando mayor control urbano.

El fenómeno de las caravanas de motos, vinculado a picadas clandestinas y la falta de control, se ha convertido en un problema recurrente en varias ciudades bonaerenses. Las autoridades continúan buscando estrategias para mitigar el impacto, pero enfrentan obstáculos legales y operativos. La persistencia de estos eventos y la dificultad para identificar a los responsables mantienen el debate abierto sobre la seguridad vial y urbana en la región.