El hallazgo de un cuerpo calcinado en un descampado de Guaymallén, Mendoza, sacudió a la comunidad local esta semana. La víctima, identificada como Norberto Alejandro Sánchez, de 78 años, fue encontrada el lunes 8 de septiembre por un vecino que alertó a la policía tras notar humo en la zona. El cuerpo, que presentaba signos de incineración y heridas de arma blanca, fue hallado en posición de cúbito dorsal y aún humeante, lo que inicialmente llevó a considerar la hipótesis de un suicidio.

Sin embargo, los peritajes forenses descartaron rápidamente esa posibilidad al detectar lesiones compatibles con un ataque con arma blanca. La investigación, encabezada por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo, avanzó con la identificación de la víctima gracias al cotejo de huellas dactilares y la colaboración de su entorno familiar. Sánchez residía en Villa Nueva, Guaymallén, y era conocido en el barrio.

En paralelo, la División de Homicidios de la Policía de Mendoza logró identificar y detener al principal sospechoso: Mauro Ortega, alias “Bigote”, de 33 años y vecino de la víctima. Ortega fue aprehendido en la madrugada del viernes tras un llamado al 911 realizado por un familiar, quien lo describió en estado emocional alterado. Según fuentes judiciales, el móvil principal del crimen sería una disputa por la vivienda de Sánchez, aunque no se descartan otras hipótesis, como un posible abuso sexual.

La fiscal Lazo ordenó la imputación de Ortega por homicidio agravado y mantiene la causa bajo estricta reserva para preservar la eficacia de las medidas en curso. Vecinos del barrio aportaron testimonios clave que permitieron avanzar en la investigación, señalando que Ortega habría planeado el crimen para quedarse con la casa de la víctima. El caso continúa en desarrollo mientras se esperan nuevas pericias y declaraciones que permitan esclarecer completamente los hechos y determinar las circunstancias exactas del homicidio.